fotodepilación

La fotodepilación o depilación por láser es uno de los avances en estética más importantes de la última década y, desde luego, el método de depilación más novedoso del siglo XXI ya que ha hecho realidad lo que antes era impensable: vivir sin pelo prescindiendo de las técnicas de depilación tradicionales.


Por este motivo, y por su reciente aparición, todavía no se sabe si la fotodepilación puede eliminar definitivamente el vello. Lo que sí podemos asegurar es que reduce la cantidad de vello corporal y puede retrasar su aparición varios años.

La fotodepilación es además una práctica indolora ya que a la hora de realizar el disparo láser solo llega a sentirse una sensación de calor en la piel, pero es muy breve y no sentirás grandes molestias.

Eso sí, debe llevarse a cabo en un centro de estética autorizado y bajo la supervisión de un profesional ya que a pesar de que ha sido reconocida por la Unión Europea como una práctica no invasiva, sí resulta agresiva para los tejidos de la piel, de modo que no escatimes en dinero a la hora de ponerte en manos de especialistas.

Los precios de la fotodepilación son variados. A algunas personas este procedimiento puede parecerles todavía caro, pero debes tener en cuenta el dinero que a lo largo de tu vida te ahorrarás en cera, cremas depilatorias o cuchillas, además de la confianza en ti misma que sentirás sintiéndote perfecta en cualquier ocasión.

El procedimiento de la fotodepilación

depilación por láser y depilación por luz pulsada

Cuando hablamos de fotodepilación o depilación definitiva, englobamos dos procedimientos similares en cuanto a su aplicación pero que se diferencian claramente tanto por el precio como por su eficacia: depilación por láser y depilación por luz pulsada.

Técnicamente no existe gran diferencia entre ellos. El láser es un aparato que emite luz amplificada por radiación. Los pulsos de luz son absorbidos selectivamente por la melanina presente en cada pelo. La energía lumínica absorbida por la melanina es transformada en calor que quema el folículo piloso y lo desnaturaliza.

Si bien la tecnología láser en tratamientos a nivel cutáneo se conoce desde hace varias décadas, las primeras aplicaciones con finalidades depilatorias aparecen en 1988 cuando Dierickx probó los efectos del láser rubí en la depilación permanente. En 1995 Goldberg utiliza el láser neodimio Yag para depilar y a partir de entonces surgen varios estudios comparativos para demostrar su eficacia en depilación, destacando el extenso trabajo de Néstor en 1998 que documenta cerca de 2000 casos.

El láser actúa por el principio de fototermólisis selectiva, es decir, elimina el folículo piloso sin afectar a las estructuras vecinas. Para conseguir ésto se utilizan pulsos de luz de alta energía con tiempos de emisión inferiores al tiempo de relajación térmica del folículo piloso (20-60 milisegundos). El folículo piloso contiene un cromóforo natural que es la melanina. Los láseres empleados en depilación emiten una luz con longitud de onda adecuada para ser absorbida por la melanina pero no por otros pigmentos. La energía lumínica al ser absorbida por la melanina se convierte en energía térmica, es decir, en calor capaz de dañar el folículo piloso.

Todos los métodos de depilación láser actúan de una forma similar pero hay que tener en cuenta otros factores como por ejemplo las características del vello (a cuánta profundidad se encuentra el bulbo piloso, cantidad de pigmento, etc.) y también las características de la propia piel del paciente (más o menos pigmentada y grosor de la dermis). Teniendo en cuenta estas especificaciones, el especialista deberá decantarse por uno u otro sistema y por uno u otro tipo de láser.

Como os comentamos anteriormente existen dos tipos de procedimiento para eliminar definitivamente el vello corporal: depilación por láser y depilación por luz pulsada.

La depilación por láser emplea pulsos de luz monocromática mientras que la depilación por luz pulsada permite seleccionar un sistema de filtros de luz más amplio por lo que es un sistema que requiere de un mayor conocimiento y entrenamiento por parte del profesional. Cada sistema tiene sus ventajas e inconvenientes de modo que el equipo de expertos debe valorar el caso de cada paciente según su tipo de piel, de vello y el área a depilar.

Bien es cierto que la luz pulsada es bastante más económica y a menudo se realiza este tratamiento en peluquerías y centros de estética. Si bien, generalmente, no es tan efectiva como la depilación por láser y requiere de más sesiones (de 6-8) para conseguir resultados óptimos. Algunas de las máquinas caseras que se venden en los centros comerciales a un precio aproximado de 100 euros, utilizan el procedimiento de luz pulsada. Es una tecnología más fácil de fabricar y que trabaja a potencias más bajas, por ello es también más barata.

 ¿Qué tipo de láser se emplea en la fotodepilación?

Los láseres más adecuados son los que presentan una longitud de onda de entre 700-1400 nm ya que en este rango la melanina presenta una mayor capacidad de absorción a la vez que interfiere mínimamente sobre otros pigmentos de la piel.

Los láseres más famosos son:

  • Láser de rubí (694 nm)
  • Láser de alejandrita (755 nm)
  • Láser de diodo (800 nm)
  • Láser de neodimio-Yag (1064 nm)
  • Luz pulsada intensa (590-1200 nm)

Láser de rubí:

Emite luz roja de 694 nm. Se emplea en fototipos claros.

Láser de alejandrita:

Tiene una longitud de onda de 755 nm. Se emplea para fototipos más oscuros y tiene la ventaja de que es bastante rápido. Como desventaja tiene que no sirve para los fototipos muy oscuros ni para la depilación facial.

Láser de diodo:

Emite una longitud de onda de 800-810 nm. Se pueden tratar fototipos más oscuros sin producir lesiones en la epidermis. Al tener más longitud de onda requiere de más energía pero también es mejor absorbido por la melanina. Como refrigeración presenta un cristal de zafiro que entra en contacto con la piel. Necesita de rasurado previo y por este motivo y por su longitud de onda no es el más adecuado en tratamientos faciales.

Láser de neodimio-Yag:

Tiene una longitud de onda de 1064 nm mediante pulsos largos. Es posible tratar con él todo tipo de piel aunque su eficacia es menor por tener menos capacidad de absorción de la melanina. Está indicado en pacientes con fototipos bastante oscuros.

Existe también una nueva tecnología basada en la Teoría Ampliada de la Fototermolisis Selectiva, basada en el concepto de tiempo de daño tértico (TDT). Este nuevo sistema se llama Super Hair Removal. Trabaja a 10 impactos por segundo y es posible realizar 6-8 pasadas sobre una zona. Básicamente funciona porque después de disparar provoca un calentamiento global de la piel y de folículo que impide la regeneración del vello. Se trata de un tratamiento algo más lento en su aplicación por el número de pasadas que es necesario realizar, pero tiene la ventaja de que es apto para todo tipo de piel y de pelo (ya sean personas rubias o bronceadas) y además es menos doloroso que los láser convencionales y no conlleva riesgos de quemaduras debido a su calentamiento gradual.

Luz pulsada intensa:

Tiene una longitud de onda de entre 590-1200 nm. En este caso se selecciona mediante filtros el espectro a al tipo de piel y pelo del paciente. Así, para fototipos claros y pelo rubio se emplean filtros cortos (590,615) mientras que si la piel es morena y el vello más oscuro se emplean filtros más amplios (645, 695, 755). Dependiendo de este factor y de la zona a depilar, puede variar la duración de cada pulso y el intervalo entre ellos. La mayoría de los láser de luz pulsada intensa incorporan un software que selecciona automáticamente los parámetros pero que el médico puede variar según las necesidades de la paciente.

Para refrigerar la epidermis se usa un gel frío. Es un tratamiento que ofrece muy buenos resultados pero requiere mayor conocimiento de la técnica que otros sistemas.

Efectos posteriores y posibles complicaciones de la depilación por láser

depilación definitiva

La fotodepilación por láser permite conseguir una depilación duradera y en muchos casos definitiva, tratar prácticamente cualquier zona del cuerpo (menos áreas cercanas al globo ocular) y, además, es un método rápido, cómodo y generalmente bien tolerado.

Sin embargo, este sistema como cualquier otro procedimiento médico está contraindicado en algunos tipos de pacientes y puede producir reacciones adversas si no se realiza correctamente. Algunos de sus principales incovenientes son:

  • Es un método caro
  • No elimina el vello fino y caro ni el pelo canoso
  • No se puede realizar sobre pacientes bronceados ni sobre fototipos muy altos
  • Está contraindicado en mujeres embarazadas y en pacientes que han sido tratados con fármacos fotosensibilizantes.
  • Su empleo es complejo y requiere ser supervisado por personal médico
  • De realizarse mal, puede ocasionar quemaduras en la piel.

Sobre la fotodepilación, al menos en España, existe un gran vacío legal. Muchas veces es un tratamiento que se ofrece en peluquerías y gimnasios donde los profesionales no tienen la preparación adecuada para realizarlo. El láser es peligroso y de no practicarse bien el procedimiento puede ocasionar dermatitis, manchas e incluso quemaduras.

Desde la Federación Nacional de Asociaciones de Esteticistas (Fanae), la presidente Rosa María Cruz Marcos se defiende y afirma que las esteticistas tienen la formación adecuada para realizar la fotodepilación y dice que: «La depilación láser es un servicio estético, de belleza, que está incluido en los planes formativos de los profesionales de la estética, que, además de estar preparados académicamente, realizan constantes cursos de reciclaje».

Además Cruz Marcos acusa a «peluqueros, médicos estéticos o fisioterapeutas» de «intrusismo». Sostiene que, «cada uno, con una excusa diferente», realizan trabajos «que están dentro de los planes formativos» de los esteticistas. ¿Quién puede o debe manejar el láser? ¿Y otras técnicas?

La presidenta de la SEME, Pilar Rodrigo, afirma que «La medicina estética la realizan médicos preparados para evaluar, diagnosticar y tratar los diferentes problemas. Se hace en centros médicos autorizados por las comunidades y se emplean productos aprobados por la Agencia Española del Medicamento».

De aquí viene la importancia de ponerse en manos de profesionales médicos autorizados. Cuando el tratamiento se ha realizado correctamente no existen mayores complicaciones aunque es normal sentir un leve dolor o sensación de quemazón. En ocasiones la zona aparece enrojecida, particularmente si el pelo es grueso, siendo normal que aparezca un punto negro rodeando el folículo piloso (edema perifolicular). Estos síntomas son totalmente normales y son signos de que la depilación ha sido eficaz y el pelo está siendo expulsado. A veces, en casos de pieles muy sensibles pueden aparecer pústulas en la zona tratada. No debes preocuparte ya que este problema se resuelve aplicando una crema antibiótica en dos o tres días