beber refresco


En el verano nuestro cuerpo pierde muchos más líquidos que de costumbre debido a las altas temperaturas y a la traspiración corporal. Por ello, es necesario beber mucho más a menudo para estar hidratadas. Si no lo hacemos podremos sufrir problemas circulatorios, retención de líquidos o incluso llegar a deshidratarnos.

En los meses de calor es recomendable ingerir al menos dos litros de líquido diariamente. De esta cantidad, lo más abundante debe ser el consumo de agua, sobre todo si realizas ejercicio físico.

El agua es la bebida diurética por excelencia ya que además de ser acalórica, ayuda a eliminar toxinas. Sin embargo, beber solamente agua puede llegar a aburrir y por el hecho mismo de salir a más lugares en compañía de amigos y familiares, se hace necesario conocer otras opciones.

Los zumos, por ejemplo, tienen una gran variedad de nutrientes, vitaminas y minerales. Especialmente, los zumos naturales tienen un alto poder antioxidante y refuerzan el sistema inmunitario (sobre todo aquellos que son ricos en vitamina C como los de naranja, frambuesa o ciruelas). Los zumos envasados en cambio, contienen muchos azúcares añadidos y a menudo proceden de fórmulas concentradas por lo que no son tan beneficiosos como los primeros.

Por último debemos tener cuidado y moderar el consumo de refrescos y batidos. Tienen un alto aporte calórico que en ocasiones equivale a una comida completa (recordemos el caso del café helado Dark Berry Mocha Frappuccino (de Starbucks) que contenía nada más y nada menos que 500 calorías por unidad y que ha sido calificado por la Fundación para la Investigación del Cáncer del Reino Unido como un producto causante de obesidad). El café en sí mismo contiene cero calorías pero estos preparados contienen nata, azúcares y otros ingredientes que disparan el nivel de colesterol.

Bien es cierto que un día es un día, pero como hábito debemos huir de este tipo de excesos si al final del verano no queremos llevarnos sorpresas en la báscula. ¿Quieres saber cuántos nutrientes y calorías te aporta cada bebida que consumes? Pues estáte atento a este listado:

Agua

El agua no contiene calorías, energía ni nutrientes, por lo tanto no engorda. Es esencial para muchas de las funciones de nuestro organismo y como parte vital de muchos de los procesos metabólicos.

Existen algunos mitos infundados como aquel de que beber agua entre las comidas engorda. Esto es totalmente falso, más bien ayuda a adelgazar ya que crea sensación de saciedad.

Además de calmar el apetito, el agua ayuda a eliminar toxinas y a prevenir la retención de líquidos por lo cual es recomendable beber al menos 1,5 litros diariamente para mejorar las funciones renales.

En definitiva, a pesar de que el agua por sí sola no es adelgazante, interviene en muchos de los procesos metabólicos que utilizamos para quemar grasas, mejora la circulación y preserva la juventud y belleza de tu piel.

Por ser la bebida diurética por excelencia, purificar nuestro organismo y ayudar a mantener la línea, no es de extrañar que esta saludable forma de calmar la sed se haya reinventado apareciendo las nuevas aguas de diseño como el agua holandesa Ogo, la  Wattwiller de origen francés o la Bling Plata H2O, creada por un productor de Hollywood (el agua más cara del mundo). Innovan básicamente en su nivel de pureza, en su exótica procedencia o en el lujo de los envases que utilizan. De todos modos ya que no somos celebritys y sea casi sin sentido comentar estas extravagancias, el agua del grifo o de tu establecimiento habitual sigue siendo la bebida más saludable e imprescindible para conseguir una silueta envidiable.

Refrescos

Son los reyes de las terrazas de verano y es que es muy importante si salimos beber líquidos entre horas sobre todo si vamos a estar expuestos al sol. Sin embargo, este tipo de bebidas suele tener un alto contenido en azúcares por lo que no se recomienda su consumo habitual ya que pueden causar aumento de la presión arterial y obesidad.

Si te gustan mucho los refrescos y sales a menudo, te recomendamos que elijas los de té verde o con sabores afrutados (manzana, naranja, etc.) ya que tienen propiedades antioxidantes. Algunas marcas de refrescos tienen versiones light, es decir, no tienen azúcar sino edulcorantes artificiales por lo que su aporte calórico es más bajo. Tampoco existe una diferencia significativa entre las calorías que contiene un refresco carbonatado y uno normal, pero se recomienda elegir bebidas sin gas para evitar la hinchazón de vientre.

Zumos y batidos

Son la fórmula perfecta para reponer energías después de una jornada de trabajo o como parte de un desayuno equilibrado. Sin embargo, es preferible que sean naturales y recién hechos ya que los envasados no tienen tantas vitaminas y nutrientes como los de preparación casera. ¡Hazte con una batidora o una licuadora este verano y disfruta de esta forma saludable y deliciosa de cuidar tu dieta!

Las frutas tienen un alto poder antioxidante, refuerzan el sistema inmunitario y aportan vitamina C, que favorece la oxigenación celular y retrasa la aparición de los primeros signos de envejecimiento de la piel.

Mucha gente, sin embargo, no toma la cantidad de fruta diaria recomendada bien por falta de tiempo o porque se sustituye por otros alimentos de elaboración compleja. Tal vez sea conveniente que te plantees recuperar esta sana costumbre de tomarse un zumo a la merienda como nos lo preparaban nuestras madres.

Puedes inventar tus propias combinaciones de frutas para no aburrirte y añadir unos cubitos de hielo. Eso sí, te aconsejamos que no agregues azúcar si es que vas a licuar frutas de temporada pues éstas por sí mismas ya contienen suficiente sacarosa.

El aporte calórico de tu zumo dependerá del tipo de frutas que hayas elegido. Por ejemplo el zumo de manzana tiene cerca de 46 calorías por cada 100 gramos, el de naranja 45 kcal, el de piña 55 kcal y el de tomate unas 18 kcal.

Bebidas isotónicas

Originalmente, fueron creadas para deportistas ya que aportan gran cantidad de minerales, vitaminas y nutrientes que se eliminan en la transpiración corporal cuando realizamos algún tipo de deporte. Las bebidas isotónicas no tienen muchas calorías pues la mayoría de las veces están formuladas a base de sales minerales para evitar la deshidratación. Las bebidas energéticas (tipo RedBull) tienen en cambio un alto porcentaje de azúcares y cafeína por lo cual solo deberías tomarlas de forma esporádica.

Bebidas alcohólicas

No os descubrimos nada nuevo al decir que las bebidas alcohólicas son las que tienen un mayor aporte calórico.

A diferencia de las anteriores, estas bebidas no hidratan tu organismo, relentizan los procesos digestivos y crean hipertensión. Si se consumen muy a menudo pueden ocasionar problemas mayores como adicción, enfermedades hepáticas o daños renales.

Tampoco son buenas aliadas para la belleza, ya que impiden la oxigenación celular y engordan mucho, de hecho los kilos que solemos aumentar durante el verano se deben en la mayor parte de los casos a la ingesta de alcohol ya que generalmente las comidas veraniegas suelen ser mucho más ligeras que las que comemos en los meses de frío.

De todos modos, como comprendemos que el consumo de alcohol en reuniones sociales es casi inevitable (no así el abuso), te pondremos una lista para que sepas cuántas calorías tiene aproximadamente una copa de cada uno de estos licores.

  • Cerveza: 1 vaso de 200 ml = 95 calorías
  • Champagne: 1 copa 150 ml = 69 calorías
  • Jerez: 1 copa 150 ml = 131 calorías
  • Pisco ( 35°): 1 copa = 195 calorías
  • Ron: 1 copa = 125 calorías
  • Vino Blanco: 1 vaso 150 ml = 87 calorías
  • Vino tinto: 1 vaso 150 ml = 72 calorías
  • Whisky: 1 copa = 294 calorías
  • Vodka: 1 copa 70 ml = 85 calorías