El maquillaje tiene dos funciones básicas: resaltar los rasgos más bellos de tu rostro y ocultar los defectos que rompen la armonía de tus facciones. A parte de esto, con el paso de los años, el maquillaje puede convertirse en tu mejor aliado para cubrir las arrugas y las líneas de expresión. Pero en el caso de la piel joven, el objetivo es siempre potenciar la frescura y la naturalidad. Te recomendamos, por tanto, que no «ahoges» tu piel en cosméticos ya que de este modo evitarás la aparición de arrugas prematuras. Una piel limpia e hidratada es bonita por sí sola. Evita también tomar el sol sin protección ya que el fotoenvejecimiento es, junto con el tabaco, uno de los factores que más influyen en el envejecimiento prematuro de la piel.
Para un look sensual y favorecedor, aplica un rubor rosa en tus mejillas y un brillo gloss en tus labios. Por la noche destaca tu mirada con un delineador o con un sutil efecto ahumado y deja tus labios en un estilo «nude». El fondo de maquillaje es preferible que sea casi transparente o bien aplicar unos polvos bronceadores.
Hay que tener también en cuenta que la piel adolescente suele ser mixta o con tendencia al acné. Por tanto, es recomendable que lleves en tu bolso toallitas limpiadoras para la piel grasa.
Si tu problema son los granitos, la mejor forma de combatirlos es una higiene facial exhaustiva. Utiliza un tónico astrigente y dos veces a la semana una exfoliante suave. Si el problema persiste, aplícate diariamente una mascarilla secativa transparente con ácido salicílico y consulta a tu dermatólogo por si fuera necesaria la administración de medicamentos por vía oral.
En cuanto al cabello, puedes permitirte llevarlo largo si es que te favorece. Los cortes desfilados, en capas y con aspecto despeinado son muy juveniles, sobre todo, si tu pelo luce brillante y lo adornas con unas bonitas mechas.
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