maquillaje de día

Si has trasnochado la noche anterior, probablemente a la mañana siguiente tu rostro presente signos de fatiga: piel apagada, ojeras y líneas de expresión más marcadas.


Si tienes que ir al trabajo, a una cita, a clase o a cualquier parte donde haya que dar la cara al público y quieres lucir el mejor aspecto posible, te recomendamos, en primer lugar, que limpies tu cutis en profundidad para retirar los restos de polución y desechos orgánicos que se depositan en tu piel. En el momento del aclarado, usa agua fría para tonificar y estimular la circulación sanguínea. Con este simple gesto, recuperarás el brillo y la luminosidad en tu rostro. Finalmente, aplícate una ampolla efecto flash de acción inmediata, su alto contenido en vitaminas y antioxidantes hará que tus líneas de expresión se suavicen al instante, preparando la piel para el maquillaje.

En nuestro artículo de hoy te hablaremos sobre cómo maquillarte si tu rostro presenta signos de fatiga. No caigas en el error de pensar que cuanta más cantidad de producto o más cubriente sea tu maquillaje, ocultará mejor las marcas del cansancio. Al contrario, un look sobrecargado o unos ojos con sombras oscuras potenciarán todavía más las ojeras. Lo ideal es que tu maquillaje sea lo más «nude» posible y para ello recurriremos a la gama de los colores pastel y tendremos en los correctores nuestros mejores aliados.

Para este maquillaje necesitaremos:

  • Pinceles de varios tamaños
  • Una esponjita de maquillaje
  • Corrector de ojeras y correctores para la piel
  • Sombras en polvo marrón rosado, naranja, grafito, marrón rojizo
  • Delineador blanco
  • Rubor tostado
  • Máscara de pestañas

Paso a paso:

En primer lugar, debes cubrir las imperfecciones de tu rostro con un corrector. Para las ojeras usaremos corrector amarillo y difuminaremos ligeramente con una esponjita. Las líneas nasogenianas también pueden marcarse por la falta de descanso. Ilumina el surco que va desde la fosa nasal a la comisura de los labios con un corrector iluminador (tono amarillo). Igualarás con la base aplicándola con la ayuda de tu esponja de maquillaje en pequeños golpecitos. Ahora extiende el fondo de maquillaje por las zonas restantes de tu cara empleando la esponja o la yema de tus dedos.

Ha llegado el momento de maquillar tus ojos. Para ello, toma un poco de sombra marrón rosada con un pincel mediano y extiéndela por todo el párpado móvil para crear un efecto satinado. A continuación haz lo mismo con una poca sombra naranja para neutralizar el color de la sombra anterior. Haremos todo ésto aplicando muy poca cantidad de cosmético para no ensombrecer demasiado los párpados y provocar la ilusión de «ojos hundidos». Finalmente, mezcla un poco de sombra marrón-rojiza con un poco de color grafito y realiza en la comisura de la parte externa del ojo un trazado de líneas que eleven la mirada. Vuelve a tomar la esponjita y difumina las líneas que marcaste.

Para terminar, perfila tus ojos desde el interior con un delineador blanco para abrir la mirada. Colocaremos la máscara de pestañas y en nuestros pómulos un rubor en tonos tostados y un labial discreto.