elegir crema antiedad


A partir de los cuarenta años, los signos de envejecimiento comienzan a acentuarse sobre tu piel: las líneas de expresión se hacen más profundas y el cutis pierde en elasticidad y firmeza. Para luchar contra este proceso natural, lo más eficaz sigue siendo llevar un estilo de vida saludable, alimentarse bien, alejarse del humo del tabaco y dormir las horas suficientes ya que la piel es un órgano que refleja hacia el exterior nuestro estado de salud. Los cuidados cosméticos y la higiene facial también son de gran ayuda para prevenir y relentizar el deterioro cutáneo: su función es la de evitar la pérdida natural de colágeno y acelerar los procesos de regeneración celular que a partir de esta edad se vuelven más lentos.

Aunque todavía no sea posible erradicar del todo las marcas de la edad en tu piel, sí es posible envejecer mejor gracias a los principios activos que incorporan los nuevos productos de la industria cosmética. Algunos de ellos son:

Antioxidantes

Estimulan la microcirculación celular y ayudan a combatir los radicales libres. Los más comunes son las vitaminas A, C y E y los oligoelementos como el zinc o el silicio.

Algunas cremas de noche pueden incluir también antioxidantes de origen vegetal como el extracto de té verde o las semillas de uva.

Los antioxidantes son muy importantes para las pieles finas que con el paso de la edad tienden a perder en densidad y se ven más afectadas por las agresiones externas.

Retinol

Procede del ácido retinoico derivado de la vitamina A. Estimula la regeneración celular reparando las estructuras de colágeno dañadas y evitando así la pérdida de elasticidad y la flacidez cutánea. Si se aplica diariamente también puede prevenir la aparición de las primeras arrugas y hacer que la piel tenga una pigmentación más regular gracias a su acción exfoliante.

AHA (alfahidroxiácidos)

Son ácidos procedentes de las frutas (cítricos) y de la caña de azúcar. Tienen un efecto exfoliante y reparan también las pieles dañadas por las exposiciones solares.

Ten en cuenta también que el contorno de ojos y los labios necesitan productos cosméticos especiales por ser la piel de esta zona especialmente fina y sensible.

Estos son los componentes más habituales de las cremas de noche tradicionales usadas como tratamiento antiedad. En anteriores artículos os hablamos de otros cosméticos novedosos que incorporan en sus formulaciones concha de nácar, rosa de mosqueta o incluso veneno de serpiente.

En cuanto a la medicina estética, la aparatología moderna ha hecho posible borrar las arrugas del rostro o las señales de fotoenvejecimiento sin necesidad de intervenir quirúrgicamente, y todo gracias al uso de sustancias inyectables como el bótox o los tratamientos con láser y luz pulsada (radiofrecuencias) que estimulan la producción de colágeno devolviendo la elasticidad y firmeza a la piel.

De todos modos, pese a la utilidad de las cremas antiedad para nutrir tu piel, se trata siempre de una ayuda complementaria a otros cuidados imprescindibles como son la fotoprotección, una buena higiene facial y una alimentación sana y equilibrada.

Para saber más sobre las necesidades de una piel madura, podeis leer este artículo.