A pesar de que ha pasado ya el verano, el estado de nuestra piel es algo que no podemos descuidar. Si tienes tendencia a sufrir celulitis debes estar alerta todo el año y cuidarte eliminando toxinas de tu dieta, bebiendo mucha agua y consumiendo frutas (especialmente los cítricos como la piña, pomelo y mandarina) para evitar la retención de líquidos que agravaría tu problema.
La cosmética natural pone también a tu alcance algunas recetas eficaces para combatir la celulitis incipiente. Uno de los tratamientos de uso tópico más utilizados es el aceite de abedul, conocido desde tiempos remotos por sus propiedades depurativas y drenantes.
WELEDA - Aceite anticelulítico de abedul
Antiguamente, se utilizaban las infusiones de las hojas y la corteza del abedul para curar las infecciones urinarias o la cistitis debido a su alto poder antiséptico. Pero el abedul también tiene propiedades antiinflamatorias que lo convierten en un poderoso aliado contra los dolores musculares y propiedades desintoxicantes, que hacen que al aplicarlo localmente mediante compresas frías o lociones oleosas ayude a eliminar las toxinas que entorpecen la microcirculación celular provocando la aparición de celulitis.
Para eliminar más fácilmente esa piel de naranja que comienza a hacer acto de presencia, además de seguir una dieta sana y practicar ejercicio, puedes ayudarte de esta loción de preparación casera a base de aceite de abedul y almendras. El aceite de almendras suaviza tu piel y mejora su elasticidad mientras que el abedul tiene un efecto drenante, reactivando la circulación y removiendo las toxinas causantes de la formación de los tejidos adiposos.
Necesitarás:
- Dos cucharadas de aceite de abedul
- Una cucharada de aceite de almendras
Paso a paso:
Después de tu ducha diaria y sobre la piel limpia, vierte un poco de esta mezcla sobre la palma de tus manos frotándolas entre sí para calentar los aceites. A continuación, aplícatela sobre las zonas afectadas: muslos, glúteos, vientre, realizando un suave masaje con movimientos ascendentes y circulares.
El tratamiento debe repetirse diariamente durante dos semanas y, tras unas semanas de descanso, repetir si fuese necesario.