La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel de origen autoinmune que en su forma más severa se manifiesta con brotes de sarpullido. picazón intensa y persistente, dolor, enrojecimiento, costras o infecciones recurrentes. Está comprobado que las personas que padecen dermatitis atópica experimentan más picazón en invierno porque la piel sensible de estos pacientes reacciona ante los cambios bruscos de temperatura.


Cuando comienza el invierno, el frío aumenta los brotes y agudiza los síntomas de irritación por dermatitis atópica. Los ambientes cerrados y climatizados resecan la piel, empeorando el cuadro de quien posee eccemas. Esto hace que en esta época del año sea especialmente importante profundizar en los cuidados que la piel necesita.

Algunos consejos útiles a tener en cuenta en invierno:

  • Mantén la humedad ambiental colocando en cada habitación un pequeño recipiente con agua.
  • Toma baños cortos con agua tibia.
  • Utiliza jabones sin perfume para el aseo diario.
  • Después de ducharte, seca la piel con una toalla suave y aplica una crema humectante sin parabenos y especialmente formulada para la piel sensible.
  • No te abrigues demasiado ya que el aumento de la temperatura corporal y la sudoración empeoran los brotes.

Para los casos más severos de dermatitis atópica, los especialistas pueden indicar tratamientos sistémicos y dirigidos a tratar el proceso inflamatorio subyacente. La fototerapia también puede estar indicada para mejorar la condición de la piel en algunos pacientes, siempre bajo supervisión de un dermatólogo.