¡Qué sabia frase aquella de que somos lo que comemos! Los cosméticos pueden ayudarnos a aminorar los síntomas del envejecimiento celular, pero aunque nuestra piel tenga capacidad de absorción a través de los poros que la recubren, se nutre principalmente desde el interior. Está demostrado que aquellas mujeres que se alimentan saludablemente, no son fumadoras y no se exponen continuamente al sol, envejecen de forma más paulatina que aquellas que no siguen estos buenos consejos.

dermonutrición


Nuestros hábitos alimenticios  juegan un papel fundamental. Conociendo este hecho, nutricionistas y naturópatas han unido sus conocimientos en una nueva rama de la medicina natural: la dermodietética o dermonutrición.

No se trata, propiamente dicho, de una disciplina sino de un conjunto de saberes sobre nutrición, hábitos de alimentación y comportamiento celular… todo ello enfocado a diseñar programas nutricionales que mejoren el aspecto de nuestra piel, ya sea solucionando problemas dermatológicos o siendo el elemento base de nuestros cuidados de belleza antiedad.

En nuestro artículo de hoy os hablaremos de necesidades alimenticias imprescindibles para la piel y de cómo podemos cuidarla desde el interior incorporando en nuestra dieta algunos alimentos fundamentales para los procesos de regeneración celular.

Las claves de la dermonutrición

Según la doctora Béatrice de Reynal, si queremos mantener nuestra piel más joven y luminosa, es imprescindible hidratarla desde dentro. Esto lo conseguiremos no solamente bebiendo mucho, sino también «apostando por alimentos ricos en agua, como las verduras y las frutas».

Dentro del veganismo, existe un grupo de personas que tienen por exigencia en sus dietas comer al menos el 75% de todas las verduras y vegetales que consuman en estado crudo, son los llamados «crudistas».  Los seguidores de esta corriente afirman que este es el porcentaje mínimo que el organismo necesita para eliminar toxinas y prevenir enfermedades. La cocción destruye parte de los minerales, vitaminas y fitonutrientes necesarios para la salud, y también parte de las enzimas vegetales que ayudan a la digestión, lo que hace que algunos residuos se vayan acumulando en nuestro organismo.

Los dermonutricionistas aconsejan, no ya que nos hagamos crudistas y que basemos en alimentos crudos casi toda nuestra dieta, pero sí al menos que los incorporemos con asiduidad en nuestras comidas, ya que te ayudarán a combatir la oxidación celular y los radicales libres, reforzando a su vez el sistema inmunológico.

Entre los alimentos que puedes consumir crudos, están: las frutas frescas, las verduras, las semillas y frutos secos, los brotes o las algas. Por el contrario, se desaconseja consumir en estado crudo: los hongos, los guisantes, las patatas o la mandioca.

Los zumos son una de las formas más saludables de beneficiarnos de estos alimentos, de forma que si aun no tienes una licuadora o juguera, no pierdas tiempo en comprarte una. En cuanto a las semillas, para poder consumirlas se recomienda dejarlas remojando en agua.

En cuanto a las frutas y verduras, debemos incorporar sobre todo las que tienen mayores porcentajes en antioxidantes naturales (vitaminas A, C y E).  La vitamina C, la encontraremos en todos los cítricos y también en las hierbas aromáticas (el ingrediente ideal para aderezar tus ensaladas). Los vegetales de color rojo o naranja (zanahorias, calabaza, tomantes) tienen un alto contenido en vitamina A, mientras que la vitamina E está presente en el aceite de oliva (ingrediente esencial de la dieta mediterránea) y también en los frutos secos.

Los dermonutricionistas conceden tanta importancia a un aporte suficiente de antioxidantes en la dieta, que recomiendan el uso de antioxidantes orales en el caso de no logremos saciar esta necesidad por completo mediante nuestra alimentación.

El zinc, es un mineral indispensable. Actúa sobre las estructuras de las proteínas, evitando que el colágeno se dañe y, además, ayuda a paliar enfermedades dermatológicas como el acné.

Otro elemento indispensable, del que debemos proveernos para garantizar la salud de nuestra piel, es el Omega 3 y los ácidos grasos. Béatrice de Reynal advierte que perder peso y restringir absolutamente el consumo de grasa en nuestra dieta equivale a envejecer diez años. Los ácidos grasos esenciales son necesarios porque mantienen la hidratación de la epidermis desde el interior, impidiendo que las fibras de elastina se deterioren. Por este motivo, se aconseja consumir frecuentemente alimentos como el salmón, la caballa, las sardinas y otros pescados grasos.

Actualmente, la dermodietética continúa desarrollándose e incorporando los conocimientos y avances médicos sobre la genética y el comportamiento celular. Es un campo fascinante en el que indagar, pero como siempre hay que ser cuidadosas a la hora de elegir en manos de quién nos podemos pues algunas personas deshonestas con conocimientos en parafarmacia o herbodietética, abren sus negocios como dermonutricionistas con la excusa de vender sus productos. Por este motivo, te recomendamos que investigues antes por tu cuenta.