Thermalipo

Si estás buscando un tratamiento estético no invasivo para moldear tu figura y deshacerte de la celulitis sin esfuerzo, ThermaLipo es la solución. Se trata de un sofisticado equipo basado en el uso de la radiofrecuencia que permite eliminar la grasa de forma localizada a la vez que se reafirman los tejidos.


ThermaLipo está indicado para cualquier tipo de celulitis (adiposa, endomatosa o fibrosa) y puede aplicarse en cualquier parte del cuerpo (glúteos, caderas, abdomen, espalda).

Cuenta con un sistema inteligente que autoregula la intensidad de la onda de radiofrecuencia empleada, que parte de una temperatura inicial baja y aumenta cuando empieza la hiperemización. De este modo, es posible disolver el tejido graso en las capas profundas de la dermis de forma totalmente segura e indolora. El tejido adiposo se disuelve y es eliminado a través del sistema linfático. La vasodilatación producida por el aumento de temperatura, oxigena la piel en profundidad, mejorando su calidad y estimulando la creación de fibras de colágeno nuevas.

Inmediatamente podemos observar un efecto de tensado en la piel. Tras varias sesiones, se consigue reafirmar los tejidos de forma considerable y mejorar el contorno corporal al deshacerse de los cúmulos grasos.

El número de sesiones variará dependiendo del grado de celulitis de cada paciente pero, por lo general, se estima que en 6-8 sesiones pueden esperarse resultados muy satisfactorios. Es necesario esperar un intervalo de 7 días entre cada sesión, tiempo en el cual el organismo drena los desechos grasos.

Los resultados de ThermaLipo no son permanentes como los de ningún otro tratamiento corporal para eliminar la celulitis pues, al volver a su rutina de siempre y sobre todo si se tienen unos hábitos alimenticios poco saludables o una predisposición genética a padecerla, la piel de naranja vuelve a aparecer. Por ello, se insta al paciente a seguir una dieta equilibrada y usar cremas anticelulíticas para mantener los resultados. Opcionalmente, se realizan sesiones de mantenimiento después del primer año cada dos o tres meses, aunque es el especialista quien debe aconsejar sobre qué es más conveniente en cada caso.