Con los ingredientes naturales que puedes encontrar en tu cocina: miel, aceite, hortalizas, etc. es posible elaborar maquillajes biológicos y totalmente orgánicos, sin parabenos ni aditivos y, que además de cumplir su función embellecedora, son capaces de nutrir tu piel, reparándola de las agresiones externas.
Además de ser totalmente hipoalergénicos y fáciles de retirar, los maquillajes biológicos son más económicos que los cosméticos que normalmente adquirimos en tiendas y perfumerías. Eso sí, no podemos sustituir totalmente su uso por el de las cremas y lociones convencionales para el cuidado facial ya que estas incorporanen sus fórmulas químicas, agentes fotoprotectores para evitar el daño solar, compuestos vitamínicos y ácidos capaces de eliminar paulatinamente capas de tu piel, acelerando el proceso natural de exfoliación de la epidermis para que ésta se regenere más deprisa.
Los cosméticos elaborados con recetas caseras no pueden prevenir el fotoenvejecimiento ni protegernos contra la acción de los rayos ultravioleta. Por este motivo, te recomendamos que utilices mascarillas y lociones a base de ingredientes naturales para nutrir tu piel antes de acostarte o como cuidado auxiliar. Por el día, ponte siempre una humectante con pantalla solar para resguardar tu piel de la acción nociva de los rayos solares.
En el caso concreto de los maquillajes, al ser productos cuya función es dar color a nuestro cutis, es posible sustituirlos total o parcialmente por otros de origen biológico preparados por ti misma, siempre y cuando (como dijimos en el párrafo anterior) sigas utilizando cremas de día con filtro solar.
Fondos de maquillaje, brillos de labios, correctores… aunque te parezca increíble, podemos preparar de forma casera casi cualquier maquillaje. Hoy os enseñaremos a fabricar un colorete totalmente orgánico.
Sólo necesitarás:
- Media remolacha cortada en trocitos.
- Media cucharada de aceite de oliva extra virgen.
- Media cucharada de miel de abejas.
Coloca todos los ingredientes en una licuadora o juguera, y pásalos hasta conseguir una mezcla homogénea. Licúa el preparado por si hubiese quedado algún grumo. Se aplica con los dedos utilizando muy poca cantidad, desde la sien hasta la parte baja del pómulo.
Este colorete puede guardarse en la nevera metido en un fraso de cristal pero no más tiempo de una semana ya que sus componentes empiezan a degradarse.
