La depilación es uno de los cuidados de belleza más antiguos que conocemos.

Las egipcias elaboraron las primeras cremas depilatorias con sangre y grasa de algunos animales. También inventaron las primeras ceras que hacían con azúcar, agua, limón, aceite y miel ó sicomoro (árbol sagrado), goma y pepino.


Algo similar sucedía en Grecia donde la depilación se practicaba entre las clases sociales altas.

En Roma, las mujeres comenzaban a depilarse desde la adolescencia y usaban pinzas y ceras a base de resina mientras que en otras culturas como la India o la musulmana se practicaba la depilación con hilo.

En la actualidad, la ausencia de vello en determinadas zonas del cuerpo (sobre todo en la cara en el caso de las mujeres) sigue considerándose como una carta de presentación en sociedad, de pulcritud y de preocupación por la propia imagen. Las pinzas y las ceras continúan siendo las técnicas más recurridas para eliminar el vello del rostro. Sin embargo, junto a estos métodos tradicionales, han aparecido otros más duraderos e incluso definitivos gracias a los últimos avances en aparatología estética: láser, fotodepilación, electrólisis o depilación magnética.

El principal inconveniente de estos sistemas es su elevado precio (requieren de varias sesiones y deben ser realizados por personal médico cualificado para evitar quemaduras).

Por este motivo, muchas mujeres buscan alternativas naturales para deshacerse del vello facial u ocultarlo. Métodos caseros, económicos e indoloros que nos permitan olvidarnos de la depilación de determinadas partes de nuestro cuerpo durante algún tiempo. ¿Es posible?

No nos gusta crear falsas expectativas. Los remedios caseros para inhibir el vello o decolorarlo no resultan tan eficaces como las técnicas convencionales que consisten en extraer el pelo de raíz o como las soluciones definitivas que nos ofrece la medicina estética, sobre todo si este es abundante (hirsutismo) y grueso. Sin embargo, sí pueden ser de ayuda si las combinas con el uso de la cera, las pinzas o las cremas depilatorias para retardar su crecimiento.

Algunos remedios caseros conocidos para eliminar el vello facial

Limón

No hace que desaparezca el vello, pero lo decolora hasta volverlo prácticamente invisible. Mezcla una cucharadita de azúcar con el zumo de medio limón y masajea la zona que quieras tratar con esta mezcla como si fuese una crema exfoliante. Luego, aclara con abundante agua fría.

Debes repetir este ritual unas dos veces a la semana; preferiblemente por la noche ya que los ácidos del limón dejan la piel sensible a las exposiciones solares y podrían salirte manchitas si después de hacerlo sales a pasear a plena luz del día.

Infusiones de menta y hierbabuena

En una investigación realizada en la Universidad Suleyman Demirel de Turquía se llegó a la conclusión de que dos a cinco tazas de infusiones al día a base de estas hierbas, reducen los niveles de testosterona, una hormona que cuando se presenta en niveles altos puede provocar la aparición de exceso de vello.

Cúrcuma

También conocida como «azafrán de la India» se utiliza para retrasar la aparición del vello facial después de depilarnos. Simplemente mezcla la cúrcuma con un poco de agua y remueve con una espatulita de madera hasta conseguir una pasta consistente y homégena. Aplícatela en las zonas de tu rostro donde crezca el vello y espera de 5 a 7 minutos. Luego aclara con abundante agua fría. Es necesario ser constante y repetirlo diariamente para ver resultados.