La limpieza facial es uno de los cuidados de belleza que no podemos dejar pasar por alto si queremos conservar una piel joven, bonita y luminosa con el paso de los años.

Restos de maquillaje, células muertas, polvo y otros residuos contaminantes se mezclan con el sudor y los aceites propios que segregan las glándulas de nuestro cutis, terminando por obstruir los poros con impurezas e impidiendo la correcta oxigenación de la piel.


La higiene facial es indispensable, al igual que lavarse los dientes, con una frecuencia ideal de dos veces al día.

¿Pero qué productos son los más indicados para limpiar nuestro rostro?

Existe la creencia extendida de que es mejor utilizar leche desmaquillante si lo que queremos es retirar los restos de cosméticos de nuestra piel y que, en el caso de no habernos maquillado, debemos utilizar un jabón para lavar nuestra cara.

¿Qué hay de verdad en todo ésto?

En primer lugar, debemos tener en cuenta nuestro tipo de piel: si es grasa, seca o sensible. Muchas cosmetólogas opinan que usar jabón para limpiar nuestro cutis no es lo más recomendable. ¿Por qué? Pues por el hecho de de que la mayoría de los jabones contienen sustancias alcalinas que pueden irritar la epidermis, sobre todo si nuestra piel es seca o sensible. Si este es tu caso, es preferible que utilices leches limpiadoras, de textura más cremosa y con propiedades humectantes, te hayas maquillado o no, ya que este tipo de lociones sirven también para eliminar la sudoración y los excesos de grasa. Puedes incluso usar una esponjita de textura rugosa para que la suciedad más adherida se despegue más fácilmente.

¿Y qué hay del uso de los jabones?

Nunca debemos aplicarnos sobre el cutis jabones o geles destinados a la higiene corporal, ya que pueden resecar en exceso. Algunas líneas de cosmética incluyen entre su gama de productos, jabones específicos para la higiene facial. Tienen un efecto resfrescante y generalmente están pensados para adolescentes o para pieles jóvenes que no necesitan tanta hidratación como las pieles maduras y que, además, no usan con frecuencia bases de maquillaje (la espuma del jabón se mezcla con ella pudiendo manchar tu ropa y haciendo más engorrosa la limpieza facial mientras que, con la leche desmaquillante, podemos retirar los restos de cosméticos de una forma mucho más limpia y sencilla).

Algunos dermatólogos recomiendan también el uso de jabones especiales para tratar el acné. Por lo general contienen sustancias astringentes y antibacterianas como el azufre o el zinc para secar las espinillas y evitar nuevos brotes.

En resumen, si no tienes la piel demasiado seca o sensible y te gusta limpiar tu cutis con jabón, puedes hacerlo sin problemas. Tan sólo te recomendamos seguir las siguientes instrucciones:

  • Fíjate en que sean productos hipoalergénicos y de uso exclusivo para el cuidado facial. No uses jabones corporales ya que irritan en exceso.
  • Evita las frangancias, colorantes sintéticos y aceites que taponan los poros.
  • Prescinde de las fórmulas que contengan alcohol porque tienden a resecar la piel.
  • No te excedas en la cantidad de jabón. No por crear más espuma limpiaremos mejor. Recuerda que si quieres desmaquillarte, es mejor usar leche limpiadora.
  • No te olvides de tonificar y de hidratar tu rostro en profundidad una vez que hayas terminado.