Cuando oímos hablar de arrugas y envejecimiento de la piel, inmediatamente pensamos en las patas de gallo o o el el descolgamiento cutáneo característico de la zona del cuello. Sin embargo, no son éstas las partes del cuerpo donde primero se evidencian los signos de la edad. Exite otra zona donde la piel es aún más fina y sensible: tus manos.


La piel de las manos tiene una menor cantidad de glándulas sebáceas que nuestro cutis. Esta carencia de aceites naturales hace que sean más propensas a la deshidratación y a la sequedad. Por este motivo necesitan recibir unos cuidados especiales y humectarlas con regularidad, ya sea mediante fórmulas cosméticas convencionales o recetas elaboradas de forma casera.

Por otra parte, la manipulación de algunos productos químicos, las bajas temperaturas o nuestra dejadez a la hora de usar cremas fotoprotectoras en esta zona del cuerpo, hacen que nuestras manos envejezcan más rápido de lo que esperábamos.

¿Qué podemos hacer? En primer lugar, tratar de minimizar lo máximo posible la acción de aquellos agentes externos que puedan ser dañinos. Usa guantes si vas a realizar tareas de jardinería, lavar platos o manejar productos abrasivos. La protección solar también es indispensable. A partir de cierta edad, las manos pueden verse más afectadas por las exposiones prolongadas y aparecer manchitas y pigmentación desigual.

¿Con qué frecuencia debemos hidratarlas? Lo ideal es hacerlo varias veces al día. Las lociones de textura cremosa son preferibles a las fórmulas en aceite ya que crean una película protectora sobre la piel que tarda más tiempo en evaporarse. No obstante, opta siempre por las fórmulas fácilmente absorbibles y no demasiado untosas porque puede resultar incómodo para ti tener una sensación de «manos pegajosas» a lo largo del día.

Cuando extiendas la crema, no lo hagas de cualquier modo. Un suave masaje de manos te ayudará a reactivar la circulación en el área y a que los principios activos de los cosméticos penetren con más facilidad en el interior de los poros. Además ¡es muy relajante!

masaje de manos

Dentro de la cosmética natural, hay algunos ingredientes muy eficaces para mantener nuestras manos jóvenes y bellas.

La manteca de karité tiene un intenso poder hidratante y nutritivo que ayuda a prevenir las arrugas y el envejecimiento de cualquier zona del cuerpo. Para aprovechar al máximo sus virtudes, te proponemos que te apuntes este tratamiento reparador de manos casero.

Necesitarás:

Preparación:

  1. Coloca las hierbas secas en un recipiente.
  2. Luego, calienta el aceite de oliva al baño María durante un minuto y viértelo sobre ellas. Tapa y espera unos 10 minutos.
  3. Cuela la mezcla resultante con un colador y pásala a otro cuenco limpio. Repite la operación si fuese necesario hasta que no queden restos de hierbas.
  4. Agrega la manteca de karité y remueve hasta que se funda con el aceite.
  5. Luego haz lo mismo con la cera de abejas (si no se emulsiona fácilmente, puedes colocarlo al fuego unos 20 segundos).
  6. Para finalizar, añade el gel de aloe vera y la cápsula de vitamina E.
  7. Envasa el contenido y consérvalo en tu refrigerador una vez que enfríe.

Esta crema casera, totalmente natural, es mucho más eficaz que algunas que se venden en farmacias y parafarmacias. El único inconveniente es que, al no tener conservantes, no mantiene sus propiedades nutritivas más allá de dos o tres semanas. Por este motivo, te aconsejamos que prepares poca cantidad de cada vez.

Otro truquito casero, muy económico, para mantener tus manos hidratadas, es masajearlas durante unos minutos con puré de patatas (casi siempre sobra algo después de prepararlo). Una vez que termines, lávalas y enjuágalas con esmero utilizando, a ser posible, un jabón de glicerina o un gel de ducha especialmente pensado para las pieles secas.


¿Tu problema son las manchitas? Para evitarlas, como te comentamos antes, es imprescindible usar diariamente cremas con agentes fotoprotectores (sobre todo si vives en climas soleados). Una vez que han aparecido, si son muchas o de color muy oscuro, es difícil deshacerse de ellas sin recurrir a tratamientos estéticos como la microdermoabrasión. De todos modos, si son recientes, puedes aclararlas con remedios caseros como las mascarillas de Amelán (te hablamos de ellas en este artículo) o con una loción casera a base de zumo de limón y pepino (los ácidos de estas frutas ayudan a corregir problemas de pigmentación, pero no debes olvidarte que después de aplicártelos es necesario usar cremas con filtro solar). La exfoliación es otro recurso para eliminarlas pero, en el caso de las manos, como la piel es más delicada,  debes hacerlo de forma muy suave para evitar la aparición de arrugas. Puedes preparar una exfoliante casera con un poquito de miel, azúcar y aceite de oliva. Masajea tus manos suavemente con esta mezcla un par de veces por semana y continúa hidratándolas hasta que las manchas se hayan desvanecido.

En cuanto a las cicatrices, si son pequeños rasguños se irán por sí solas si tienes cuidado de que no se infecten. Si son marcas más profundas pero todavía recientes, te recomendamos aplicar diariamente aceite de rosa mosqueta, un poderoso regenerador celular que ayuda a reparar los tejidos dañados.

Si quieres conocer otras recetas caseras totalmente naturales para suavizar y rejuvenecer tus manos, te recomendamos leer este artículo que publicamos hace algún tiempo en el blog.