El estrés es un síntoma habitual a la vuelta de vacaciones. Tras reincorporarnos a nuestros trabajos y rutinas: cambios de horario, cansancio y sensaciones de ansiedad se acumulan en nuestro cuerpo causándonos una sensación de malestar, desgana y apatía. En nuestro artículo de hoy te hablaremos un poco sobre este problema que nos aqueja a una buena parte de la población año tras año (tanto mujeres como a hombres) y os daremos algunos consejos prácticos para intentar mitigarlo y sentirnos mejor.


¿Qué es el estrés post-vacacional?

El Dr. William Stixrud, neuropsicólogo clínico y director de William Stixrud & Associates, define el estrés como una reacción de nuestro cerebro que perturba la homeostasis del cuerpo descompensando los niveles de adrenalina, pudiendo generar trastornos de ansiedad y depresión. Aunque queramos actuar de una forma diferente, bajo los efectos del estrés nos sentimos bloqueadas y no encontramos la salida a las situaciones que se nos presentan en el día a día:

«El estrés cambia el equilibrio de los neurotransmisores en el lóbulo frontal, la parte del cerebro de justo detrás de la frente que es responsable de pensar con claridad y de una conducta enfocada a obtener resultados. Este cambio hace que sea muy difícil prestar atención, organizar su pensamiento, recordar lo que uno necesita recordar y adaptarse con flexibilidad a las exigencias de la vida» asegura el Dr. William Stixrud.

Por este motivo, es necesario prestar atención a nuestras emociones e identificar si las sensaciones de estrés son debidas al regreso a las actividades cotidianas después de las vaciones o si se trata de un estrés crónico que ha venido a agravarse un poco más al llegar a esta etapa. Si es así, y no se trata de una racha temporal, deberíamos consultarlo con un médico especialista o terapeuta ya que no conviene desatender los problemas de salud aunque sean de tipo emocional.

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Algunos de los síntomas que se manifiestan durante el estrés post-vacacional son:

  • Insomnio y dificultad para adaptarse a los horarios habituales
  • Inseguridad y miedo a fallar en nuestras obligaciones laborales
  • Dificultad para concentrarse
  • Palpitaciones y taquicardias
  • Sudoración excesiva
  • Dolor de cabeza
  • Digestiones pesadas
  • Tics nerviosos

También hay que tener en cuenta que el estrés post-vacacional no afecta solamente a las personas con trabajo. Mucha gente en paro puede sentir sensación de agobio y ansiedad a la vuelta de vacaciones por la presión de buscar empleo en un panorama social un tanto desalentador. Los estudiantes también pueden verse afectados, así como las personas que tienen otras preocupaciones paralelas (problemas de pareja, duelos, depresiones) y que han aprovechado sus vacaciones para «desconectar» durante un tiempo de aquello que les produce malestar.

¿Te sientes identificada? ¿Crees que sufres de estrés post-vacacional? Entonces continúa leyendo este artículo y encontrarás algunos consejos de utilidad que te ayudarán a sentirte mejor.

Consejos para superar el estrés post-vacacional

No se trata de fórmulas mágicas pero tal vez haciendo pequeños cambios en el modo de organizar tus rutinas consigas reducir la ansiedad:

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  • Duerme lo suficiente (unas 8 horas diarias)
  • Cuida tu alimentación: una dieta saludable y balanceada es fundamental para mantener el equilibrio emocional. Un déficit de vitaminas también puede ser causa de estrés. En concreto, las vitaminas del grupo B mantienen saludable el sistema nervioso. Su carencia puede provocar fatiga, depresión, falta de concentración y nerviosismo. Algunos de los alimentos que contienen vitaminas del grupo B son: espinacas, acelgas, nueces, fresas (B1); huevos, leche (B2); cereales, frutos secos, carnes rojas, pescado (B3); salmón, pollo, arroz, semillas (B5); plátanos (B6); carne de ave, hígado, almejas (B12).
  • Practica algún tipo de deporte o actividad física que te guste.
  • Utiliza los descansos del almuerzo para hacer vida social o familiar, tomando así un momento de descanso de tus actividades profesionales.
  • Evalúa la cantidad de trabajo y establece un horario seleccionando una parcela de tiempo para cada actividad. Es el mejor método para evitar olvidos y agobios de última hora.
  • No exageres las consecuencias negativas de cada cosa ni asocies otros problemas que no se relacionan con los actuales.
  • Prémiate a ti misma cada vez que consigas superar un reto que entrañe dificultades ¿qué tal una tarde de cine o darte algún pequeño capricho comprándote algo que te gusta?
  • Practica la relajación y aprende a controlar tu respiración (en este artículo os hablamos sobre el tema).

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  • Apaga la tecnología: demasiadas horas ante el monitor o vivir pendiente de tu teléfono móvil, te impiden desconectar y descansar de tus actividades laborales. Asigna unos horarios para recibir llamadas e intenta que tus clientes y tus jefes los respeten. También tienes vida privada.
  • Libera tu cuerpo de las tensiones del día a día disfrutando de un reconfortante masaje.
  • No dejes que el estrés perjudique tu salud y te haga recaer en el vicio del tabaco si lo estás dejando, en manías repetitivas y compulsivas o en una actitud de autodefensa y aislamiento. Si crees que ésto te sucede, acude a un profesional.