En la actualidad la medicina estética nos ofrece muchas alternativas para deshacernos de las adiposidades localizadas sin necesidad de someternos a un procedimiento invasivo como es la liposucción.


Hace algún tiempo os hablamos en el blog sobre la crioterapia, y os comentamos entonces un poco en qué consistía la técnica que básicamente se resume a la aplicación de nitrógeno líquido sobre la piel, de forma controlada, para romper el tejido adiposo mediante congelación rápida y descongelación progresiva. El propio cuerpo se encarga de drenar después los desechos a través del sistema linfático (también son útiles los masajes para acelerar el proceso).

Pues bien, recientemente ha aparecido una aparatología médica patentada  por el Hospital General de Massachussets  tras 20 estudios clínicos y aprobada por la FDA basada en este procedimiento. Se llama CoolSculpting y es en esencia un tratamiento estético de criolipolisis especialmente diseñado para tratar las zonas del abdomen, caderas, muslos… pero también otras partes del cuerpo como la espalda, los brazos o el cuello que hasta ahora no solían beneficiarse deltratamiento porque no existía tanta variedad en el tamaño de los cabezales de los aparatos empleados para este fin.

CoolSculpting ha sido implantado con éxito en más de 55 países. En España existen seis exclusivos centros donde se aplica esta técnica. Es seguro para la piel, los músculos y los vasos sanguíneos. Solamente destruye las células grasas.

¿Quieres saber cómo es todo el procedimiento? Te lo contamos paso a paso:

Antes de iniciar el tratamiento,  el especialista coloca una almohadilla sobre la piel del paciente para proteger la zona. Después se succiona un área de tejido afectado con el cabezal de la máquina, que crea una especie de cápsula para asegurar el contacto completo y que el efecto del frío llegue a las capas más profundas donde se encuentran los cúmulos grasos.

Durante todo el procedimiento el médico puede ir cambiando los cabezales de CoolSculpting en función del tamaño de la zona del cuerpo que se vaya a tratar.

La duración aproximada es de una a dos horas en las cuales el paciente puede estar distraído leyendo, trabajando con su portátil, etc. ya que no se precisa ningún tipo de anestesia. Se puede aplicar en cualquier momento en personas sanas y sin patologías complejas ya que no requiere ingreso hospitalario ni reposo; el paciente puede continuar con sus rutinas y hacer una vida completamente normal.

CoolSculpting es un tratamiento muy efectivo en combinación con una dieta sana y equilibrada para personas que siguen régimenes de adelgazamiento y les cuesta liberarse de las adiposidades localizadas en zonas muy concretas. No sirve en cambio cuando el sobrepeso es considerable ya que CoolSculpting no está pensado para adelgazar.

El número de sesiones que se necesitan varía en función de cada paciente, pero normalmente los resultados visibles se aprecian al completar entre 3 y 6 sesiones dependiendo de la región corporal sobre la que se aplique. Es necesario descansar tres o cuatro semanas entre cada sesión para darle tiempo a nuestro cuerpo a drenar y eliminar los desechos grasos.