Los suplementos alimenticios y vitamínicos no tienen por qué ser perjudiciales para la salud si se toman bajo control médico y su venta ha pasado los controles sanitarios que corresponden en cada país. No obstante, también es cierto que, pese a sus beneficios, tampoco cumplen siempre todo lo que prometen. Un claro ejemplo es el de las milagrosas píldoras de aceite de pescado para aumentar nuestros glúteos.


A día de hoy, no existe ninguna pastilla o suplemento capaz de hacer crecer una zona específica de nuestro cuerpo. Esto sólo sucede cuando aumentamos el volumen de grasa o de masa muscular. Si subimos de peso y nuestra genética propicia que acumulemos la mayor parte de la grasa en nuestros glúteos, éstos crecerán pero de lo contrario solamente engordaremos de forma generalizada.

La musculatura, en cambio, sí puede trabajarse de forma muy localizada para desarrollar los músculos de determinadas partes de nuestro cuerpo. Con todo, debemos ser realistas: para llegar a la hipertrofia muscular es necesario trabajar con programas de fuerza y de resistencia, combinándolos con actividades aeróbicas para conseguir mayor definición.

La alimentación también es muy importante. Los expertos en culturismo aseguran que la comida construye el músculo, el ejercicio solamente produce las micro-roturas fibrilares que activan este proceso.

En este sentido, el aceite de pescado puede resultar beneficioso ya que contiene gran cantidad de ácidos grasos omega, indispensables para nuestra salud y para proteger las fibras de colágeno y elastina que aseguran el buen tono de nuestra piel. Sin embargo, solamente con ésto no es suficiente. Además del ejercicio físico, debemos seguir una dieta sana y equilibrada en la que no pueden faltar estos alimentos:

  • Huevo: en especial la clara contiene proteínas de alta calidad y apenas tiene calorías. Incrementa el nivel de proteínas en tu dieta comiendo tortillas de clara de huevo y conseguirás un trasero de acero.
  • Frutas y verduras: ayudan a eliminar toxinas y son ricas en vitaminas y antioxidantes que mantienen la piel joven y flexible.
  • Cereales integrales: una fuente sana de carbohidratos. La mejor forma de dispensarle energía a nuestro organismo sin recurrir a la comida chatarra que provoca la aparición de la piel de naranja.
  • Pescado: es rico en proteínas, ácidos grasos omega-3 y zinc. Estimula la regeneración celular de los tejidos.
  • Té verde: su alto poder antioxidante te ayuda a depurar tu cuerpo de toxinas.

Además de estos consejos, te aconsejamos que bebas al día dos litros de agua y evites las prendas demasiado ceñidas que dificultan la circulación (el peor enemigo de las cartucheras).