Cuando nos apuntamos a un gimnasio, debemos tener presentes nuestros objetivos para elegir aquellas rutinas de fitness que más se adapten a nuestras necesidades. No deben entrenar del mismo modo aquellas personas que busquen desarrollar su musculatura que las que desean ser más flexibles (por ejemplo si tu profesión es el baile).
¿Por qué es tan importante la flexibilidad corporal?
La flexibilidad es una capacidad con la que nacemos pero vamos perdiendo a lo largo de los años. El sedentarismo o el sobrepeso también pueden influir en este proceso. Las personas más flexibles son también más ágiles y tienen menos riesgo de sufrir lesiones.
¿Quieres saber cómo aumentar la flexibilidad de tu cuerpo? Te daremos algunos consejos.
Vida sana y ejercicio
Es un hecho que para conservar la flexibilidad de nuestro cuerpo es necesario llevar una vida saludable. Practicar ejercicio regularmente y mantenernos en nuestro peso ideal son una garantía de articulaciones fuertes y flexibles.
Elige aquellos deportes que implican el movimiento de la espalda y de todo el cuerpo como la natación, la gimnasia rítmica, el running o el baile. Si tienes problemas de espalda, debes consultarlo antes con tu médico.
Ejercicios de elongación
La mayoría de los entrenadores personales coinciden en la importancia de los estiramientos para acelerar la recuperación muscular después de un esfuerzo físico, evitar contracturas y lesiones, reducir la tensión articular y mejorar la postura.
Estiramiento de espalda
Siéntate sobre una colchoneta con una pierna flexionada y la otra totalmente extendida. Inclínate adelante hasta tocar los dedos de la pierna extendida. Permanece en esta posición 20 segundos y repite con la otra pierna.
Estiramiento de cadera
Acuéstate boca arriba sobre una colchoneta. Mantén una pierna extendida y la otra flexionada con la rodilla hacia el pecho. Sujeta la pierna flexionada por detrás con ambas manos. Cuenta hasta 15 y cambia de pierna.
Estiramientos de hombros
Echa los brazos hacia atrás al máximo mientras inclinas tus hombros y tu pecho hacia delante. Aguanta 15 segundos en esta postura. A continuación, ponte en posición erguida y dobla el brazo derecho detrás de tu nuca. Presiona suavemente el codo con tu mano izquierda y mantén 20 segundos la postura. Luego, repite con el brazo izquierdo.
Estiramiento de cuello
El cuello es una de las zonas más afectadas por la tensión muscular. No es extraño despertarse con dolor articular en el cuello si adoptamos una mala postura durante la noche. Para estirar bien el cuello, colócate de pie con la espalda recta y mirando hacia delante. Inclina la cabeza hacia un lado y luego gira con la barbilla hacia el pecho sin perder la postura erguida. Realiza este movimiento tres veces con cada lado del cuello y luego eleva la cabeza hacia atrás como si mirases al techo. Repite este gesto otras tres veces.
Practica Yoga
Es una disciplina que nos pone en contacto con nuestro cuerpo y nuestra mente. Además de tonificar, disminuir el estrés y ayudarnos a meditar, el yoga mejora la flexibilidad de nuestro cuerpo mediante estiramientos progresivamente intensos.
Algunas posturas como la Uttanasana alivian la tensión muscular de la columna vertebral, los glúteos y los isquiotibiales.
Recuerda que, además de estos consejos, algunos tipos de masaje como el shiatsu pueden ser también de gran utilidad.