Algunas veces ya sea por abusar de los tintes, permanentes o por otros motivos, notamos que el cabello se vuelve áspero, quebradizo o con demasiadas puntas abiertas. Usar una buena mascarilla y prescindir durante algún tiempo del secador nos ayudará a sanear la melena. Sin embargo, si no queremos resfriarnos, necesitamos retirar el exceso de humedad del pelo, y aquí entra en juego «nuestra amiga la toalla».


Aunque parezca una tontería, si tenemos el pelo largo, necesitamos ser muy cuidadosas a la hora de secarlo con toalla. El cabello es más débil cuando está mojado y una fricción excesiva puede hacer que se rompa. Sigue estos sencillos consejos y verás que tu melena se mantiene más suave, bonita y sin enredos.

Elige una toalla suave

Si secas tu pelo con una toalla demasiado áspera es posible que se encrespe y se abran las cutículas de las fibras capilares. Elige siempre una suave y agradable al tacto.

Escurre suavemente el cabello mojado con las manos

De este modo eliminarás el exceso de agua y será más fácil retirar luego la humedad con la toalla. No lo retuerzas demasiado ya que podrías dañarlo. Mejor divídelo en secciones y escurre el agua de cada mechón de la raíz a las puntas.

Seca el pelo con la toalla sin frotar

La idea es absorber el exceso de humedad. Para ello, envuelve delicadamente tu melena en la toalla sin friccionar. Una vez que nos hayamos desprendido de la mayor cantidad de agua, seca el pelo suavemente sección por sección desde la raíz hasta las puntas. Tu melena seguirá húmeda pero ya no estará empapada.

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Hazte un turbante

El siguiente paso para retirar el exceso de humedad es tomar otra toalla grande y suave y envolver tu cabeza con ella a modo de turbante. Este truco es especialmente recomendable si tienes el pelo largo ya que de otro modo es difícil retirar la mayor parte de humedad. Para hacer el turbante, inclina tu cabeza hacia delante y coloca la toalla horizontalmente sobre la nuca, procurando que el borde de la misma coincida con el nacimiento del cabello. Envuelve tu melena en la toalla de forma que ambos lados se junten en el centro de tu frente. Enróllala en una sola dirección y llévala hacia atrás, sujetándola sobre la coronilla con una pinza. Otra posibilidad, es comprar un turbante especial para este fin… puedes adquirirlo en peluquerías, droguerías o en centros comerciales (por ejemplo Deliplus vende uno fabricado en microfibra a un precio bastante económico).

turbante

Espera con el turbante entre 25-40 minutos

Dependiendo del largo de tu pelo y retíralo sólo cuando esté ligeramente húmedo. Ahora puedes peinarlo sin riesgo a que se rompa aunque es preferible que seas cuidadosa y optes por un peine de púas anchas y nunca de metal (electrizan el cabello). Si encuentras algún nudo puedes deshacerlo con una poca de agua de peinado o aceite capilar, primero con los dedos y luego con el peine, siempre desde la parte de abajo hacia arriba para evitar que más mechones queden enredados.

¡Esperamos que te hayan gustado nuestros consejos de belleza de hoy!