El boom de las dietas macrobióticas y el interés por los productos ecológicos ha originado algunos falsos mitos entre los consumidores, en especial aquellos que relacionan comer alimentos más sanos para perder peso.



En primer lugar nos gustaría aclarar que, indudablemente, elegir alimentos ecológicos siempre redundará en un beneficio para nuestra salud (no han sido modificados genéticamente, ni expuestos a pesticidas por lo que carecen de todos los contaminantes empleados en la industria agro-alimentaria y siguen procesos de producción que no alteran sus valores nutricionales). Pero ¿puede ser esto de ayuda para adelgazar?

Al liberar toxinas de nuestro organismo facilitamos el buen funcionamiento de los riñones y del hígado, encargado de metabolizar las grasas. De modo que, podemos afirmar que la dieta macrobiótica influye en la pérdida de peso en la medida en que desintoxica nuestro organismo, pero comer alimentos saludables no es suficiente para adelgazar. Ganar o perder grasa corporal dependerá de la cantidades que consumamos en base a nuestro metabolismo basal y a nuestra actividad física diaria.

Si tienes sobrepeso y deseas bajar algunos kilos, necesitas llevar un control racional de la cantidad de alimentos ingerida a lo largo del día. Si no conseguimos mantener un déficit calórico no servirá de nada que nuestras comidas sean muy saludables.

Por ejemplo, el aceite de oliva es un ingrediente con incontables beneficios para nuestra salud (rico en omega-3, vitaminas, antioxidantes…). Sin embargo, una cucharada de aceite de oliva virgen extra (aproximadamente 13 gr.) nos aporta 117 kcal. y estas son 100% provistas de grasas (principalmente ácidos grasos monoinsaturados). Teniendo en cuenta que nuestro cuerpo necesita entre 0,8 gr. y 1 gr. de grasa por cada kilo de peso corporal, deberíamos controlar la cantidad de aceite de oliva que tomamos diariamente en función a nuestro peso, nuestro nivel de actividad física y el aporte en grasas que poseen el resto de alimentos que comemos (lógicamente si consumimos huevos, frutos secos u otros alimentos grasos tenemos que reducir la cantidad de aceite de nuestros platos).

Si por el contrario tenemos un peso ideal y practicamos deporte con el objetivo de aumentar masa muscular, debemos incrementar la cantidad de calorías que ingerimos a lo largo del día ya que el ejercicio anaeróbico propiciará la creación de fibras musculares. Una dieta macrobiótica, rica en nutrientes de calidad, puede ser una ventaja a la hora de construir músculo si se combina con las rutinas adecuadas y los períodos de descanso necesarios para reponernos.