Es la pregunta recurrente que se plantean muchas personas al iniciar un plan de adelgazamiento. Realmente no existe una cifra exacta ya que entran en juego muchos factores como nuestro peso, edad, sexo, estatura, condición física… así como nuestras metas, nivel de actividad y tipo de metabolismo.

Para mantener un balance energético adecuado (es decir para no aumentar ni bajar de peso) necesitamos consumir las mismas calorías que gastamos a diario.


El primer paso sería por lo tanto calcular el gasto de nuestro metabolismo basal, que según los expertos representa entre un 60% y un 70% de las calorías que nuestro cuerpo consume a lo largo del día en actividades orgánicas como respirar, digerir los alimentos, pensar o mantener activa la circulación de la sangre.

Obviamente, algunas personas tienen un metabolismo más activo que otras y es imposible realizar un cálculo exacto, pero el peso corporal es un factor determinante. Cuanto más peses, más calorías necesita tu cuerpo para mantener sus funciones vitales.

Existen diferentes fórmulas para calcular nuestro metabolismo basal. Una de las más fáciles de aplicar es la siguiente:

  • Hombres: kg de peso corporal x 24
  • Mujeres: kg de peso corporal x 24 × 0,9

Te preguntarás ¿por qué es tan importante calcular el gasto metabólico? Hay dietas más estrictas que otras pero todas ellas (especialmente si van a mantenerse por períodos largos de tiempo) deben garantizar ese mínimo de calorías necesarias para que nuestro cuerpo funcione bien. Régimenes con un cálculo de calorías inferior a nuestro metabolismo basal son muy perjudiciales para la salud.

Al gasto energético basal debemos sumar también la cantidad estimada de calorías que quemamos en nuestras actividades físicas diarias. Si acudes regularmente al gimnasio, en casi todas las máquinas podrás observar el número de calorías gastadas. Si no es este tu caso, puedes bajarte alguna app móvil para controlar la cantidad de calorías que quemas a lo largo del día o mirar tablas donde se detalle cada tipo de actividad.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (U.S. Department of Agriculture (USDA) señala tres niveles generales de actividad:

  • Personas sedentarias: su estilo de vida incluye sólo actividad física ligera.
  • Personas moderadamente activas: realizan entre 30-60 minutos de actividad física moderada al día.
  • Personas activas: realizan 60 minutos o más de actividad física moderada/ intensa al día.

Las principales fuentes de energía que nos aportan los alimentos son los carbohidratos, las grasas y las proteínas (los carbohidratos y las proteínas tienen unas 4 kcal/ gramo y las grasas 9 kcal/ gramo).

Por lo que respecta al ejercicio físico, es cierto que las actividades aeróbicas implican más gasto calórico. Sin embargo, también es importante trabajar nuestra musculatura. Cuanta más masa muscular tenemos más calorías necesitamos para mantenerla. Esta es la razón de que los hombres necesiten por regla general más calorías que las mujeres, los jóvenes más que las personas mayores y las personas activas más que las sedentarias.

La edad nos va robando parte de nuestra masa muscular. A partir de los 45 años tendemos a perder el 10% de nuestra masa muscular por cada década que pasa. A la vez, nuestro metabolismo se vuelve más lento y acumulamos más grasa. De ahí la importancia del ejercicio físico.

Ya sea que quieras bajar de peso, subir o mantenerte, recuerda que es imprescindible llevar una vida sana y asesorarte por profesionales de la salud.