Cuando sometemos al músculo a un trabajo (por ejemplo, al levantar pesas) se producen dos fases de movimiento: una fase concéntrica en la que el músculo se acorta o contrae y una fase excéntrica en la que el músculo se estira (ocurre cuando volvemos a la posición incial).


Normalmente si tomamos una carga adecuada, realizamos los movimientos correctamente, con un número ajustado de repeticiones, series, pausas, etc., en nuestros músculos se producen una serie de «cambios» que van desde el catabolismo-anabolismo proteico (destrucción de proteínas para formar nuevas estructuras) hasta pequeñas microlesiones fibrilares. De hecho, cuando a veces sentimos agujetas a las 24-48 horas de realizar ejercicio, se trata en realidad de estas micro-roturas acompañadas de cierto grado de inflamación.

Nuestros músculos sintetizan rápidamente las proteínas necesarias para la contracción y crean nuevas fibras musculares para reparar el desgaste. Este proceso es el que da lugar a la hipertrofia o crecimiento muscular. Muchos expertos en fitness nos dan consejos sobre cómo tener un buen rendimiento y optimizar los resultados a la hora de entrenar, pero es igual de importante saber también qué es lo que no debemos hacer si queremos progresar.

¿Has caído alguna vez en estos errores?

  1. Entrenar todos los días: los músculos necesitan descansar para reponerse del esfuerzo, asimilar los alimentos y crecer. Lo ideal es alternar uno o dos días de entrenamiento con otro de descanso.
  2. Hacer siempre los mismos ejercicios: esto hará que tus músculos sólo trabajen una parte de las fibras musculares. Ampliando el rango de ejercicios, ampliaremos las fibras trabajadas.
  3. Obsesionarse con las proteínas: los hidratos de carbono y las grasas también son importantes. Nos aportan la energía necesaria para poder entrenar de forma intensa.
  4. Querer «llegar al límite»: esto no siempre es bueno, si en nuestras rutinas tratamos de llegar al máximo esfuerzo físico, podemos caer en el sobre-entrenamiento o, peor aún, lesionarnos.
  5. Descuidar el trabajo aeróbico: es muy importante para lograr definición y mantener ágil el músculo.
  6. Olvidarse de los estiramientos: cuando el músculo crece también hay que hacerlo flexible para no perder rango de movimiento. Las fuertes contracciones someten el músculo a tensión y pueden hacer que este se acorte; por este motivo los ejercicios de flexibilidad son necesarios en las rutinas de musculación.
  7. Consultar los cambios con el espejo: los progresos tardan en ser visibles pero eso no quiere decir que no existan. Antes de tener músculos debemos ganar fuerza. Si nuestras rutinas están bien diseñadas por un profesional y nos alimentamos correctamente, al final llegaremos a buen puerto.

¿Te ha interesado este tema? Si es así, te recomendamos leer nuestro artículo «Consejos para chicas fisioculturistas» donde ampliamos la información al respecto.