La sandía es una fruta deliciosa para refrescarnos y mantenernos hidratados en verano. Es diurética, rica en vitaminas, minerales y antioxidantes. Si te encanta comerla fresca, te animamos a que te apuntes a los smoothies de sandía (una alternativa sana a los refrescos industriales) y que además combate la hinchazón abdominal.
Las infusiones de pepita de sandía son otra opción excelente para disfrutar de todos los beneficios nutricionales que nos aporta esta fruta, cuidarnos por dentro y por fuera, reforzar nuestras defensas e incluso recuperarnos de un esfuerzo físico después de practicar deporte.
¿Por qué tomar infusión de sandía?
- Es buena para el corazón: contiene L-citrulina, una sustancia que fortalece los vasos capilares y regula la hipertensión.
- Alivia la fatiga muscular. Son un auténtico cóctel de vitaminas y minerales para reponer energías: licopeno, magnesio y zinc.
- Nos ayuda a eliminar toxinas.
- Su alto contenido en minerales alcalinos la hacen apropiada para pacientes reumáticos.
- Las semillas de sandía son laxantes. Mejoran el tránsito intestinal y combaten el estreñimiento.
- Cuidan la salud de tus riñones. Tomando esta infusión diariamente evitarás la formación de cálculos renales.
¿Cómo la preparamos?
Necesitas:
- 40 gramos de pepitas de sandía
- Un litro de agua
- 150 gramos de sandía cortada en trocitos
Preparación:
- Tritura las semillas de sandía con un mortero.
- Pon el litro de agua en un cazo al fuego y cuando comience a hervir, agrega las semillas de sandía trituradas.
- Prosigue con la cocción a fuego lento durante media hora. Transcurrido ese tiempo, apaga el fuego y deja que repose una hora hasta que se enfríe. Después, cuela la infusión separando las semillas del agua medicinal.
- Licúa los 150 gramos de sandía en trocitos y añade el jugo a la infusión.
- Reserva en la nevera dentro de un frasco de cristal.
Toma esta infusión diariamente después de las comidas. No le añadas azúcar. Si necesitas que sea más dulce puedes agregarle una cucharadita de miel.
