Aplicar una mascarilla casera puede que no parezca un asunto demasiado complicado. Sin embargo, si queremos potenciar sus efectos, te recomendamos prestar atención a los siguientes aspectos.


Piel limpia

Antes de aplicarnos la mascarilla es imprescindible que la piel luzca sin restos de maquillaje e impurezas. No sólo debemos desmaquillar el rostro, sino también limpiar en profundidad para retirar el exceso de sebo que tapona los poros impidiendo que los principios activos de la mascarilla lleguen a las capas profundas de la epidermis.

Puedes utilizar un gel o leche desmaquillante o bien un aceite vegetal indicado para tu tipo de piel: aceite vegetal de germen de trigo o aceite de argán para pieles envejecidas, aceite de jojoba si tienes tendencia al acné o caléndula para las pieles sensibles.

Preparando la mascarilla

Elabora la mascarilla en la cocina y preferiblemente con utensilios de madera y barro ya que los de metal o plástico pueden alterar las propiedades de los ingredientes naturales.

El truco de la gasa

Si el ingrediente empleado en la mascarilla tiene una consistencia cremosa (como la miel) o posee una adherencia natural (como la arcilla), puede aplicarse directamente sobre la piel. En cambio si se trata de mascarillas de frutas o jugos semi-líquidos es mejor colocar previamente una gasa esterilizada. De este modo evitarás que los jugos se escurran por el cuello.

Aplica la mascarilla con ayuda de un pincel sobre la gasa. Espera 15 minutos y retira la gasa con cuidado. A continuación, lava la cara para eliminar posibles restos.

Tonifica e hidrata

Para terminar con nuestra sesión de belleza, tonificaremos e hidrataremos el rostro en profundidad.

Puedes emplear un tónico comercial libre de alcohol, o si lo prefieres, un agua floral adecuada a tu tipo de piel: agua de nerolí para pieles maduras, agua de lavanda para la piel grasa o agua de manzanilla para la piel sensible.

Luego humectaremos el cutis con una crema natural y libre de parabenos. Te recomendamos, por ejemplo, esta hidratante facial con aceite de pepita de uvas y agua de rosas que os enseñamos a preparar hace algunas semanas.

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