alma-plantasDesde tiempos muy remotos, la Humanidad ha recurrido al uso de los aceites esenciales con fines terapéuticos, cosméticos o medicinales. Los antiguos alquimistas los consideraban el «alma de las plantas» ya que poseen poderosos fitoquímicos concentrados de energía vegetal, un auténtico elixir de belleza y bienestar.

La aromaterapia es una técnica muy antigua que utiliza los aceites esenciales con fines terapéuticos, tanto a nivel físico como emocional.

El uso de los aceites esenciales nos aporta tranquilidad y equilibrio, al tiempo que sus propiedades purifican e hidratan la piel despertando su resplandor natural.

¿Quieres saber más sobre los aceites esenciales y cómo utilizarlos en el ámbito del hogar o para elaborar nuestras propias fórmulas cosméticas? Sigue leyendo este artículo y descubrirás muchas cosas interesantes.

¿Son lo mismo los aceites esenciales y los aceites vegetales?

En absoluto. Solamente tienen en común su procedencia (se extraen de las flores, las cortezas, semillas o raíces de la planta), pero su estructura molecular es totalmente distinta.

Los aceites vegetales se obtienen de las partes grasas de la planta. Tienen una estructura molecular pesada y nos aportan ácidos grasos esenciales y no esenciales, antioxidantes y vitaminas del grupo A, E, D y B. Algunos de los más conocidos son el aceite de oliva, el aceite de Argán, el aceite de almendras o el aceite de jojoba. Dependiendo de la densidad y el tamaño de sus moléculas, tendrán mayor o menor capacidad de absorción por los poros. Por ejemplo el aceite de aguacate tiene una estructura molecular más grande y su capacidad de penetración es menor; en cambio el aceite de girasol penetra más profundamente en la dermis porque su estructura es más pequeña. En todo caso, todos los aceites vegetales resultan muy nutritivos para la piel, tienen un gran poder humectante y ayudan a preservar la elasticidad de los tejidos.

¿Qué los diferencia entonces de los aceites esenciales? Varios aspectos. En primer lugar, los aceites esenciales son sustancias no grasas y muy volátiles. Su estructura molecular es mucho más pequeña que la de los aceites vegetales, razón por la cual penetran a un nivel mucho más profundo en la piel. Por otro lado su proceso de destilación y obtención también es muy distinto. Se necesitan unos 400 kg de lavanda recogida a mano para obtener tan sólo un litro de aceite esencial. Si se trata de rosas necesitaríamos 4 toneladas o un millón de kilos en el caso del jazmín. Además las flores no pueden recolectarse a cualquier hora del día sino de madrugada o de noche, cuando la flor tiene todas sus propiedades. Este proceso tan complejo para procesarlos y obtenerlos, explica el elevado precio de los aceites esenciales.

¿Cómo se extraen los aceites esenciales?

Existen diferentes métodos que dependen de varios factores, entre ellos el tipo de planta y la parte de donde se extrae: si son frutos, raíces o semillas).

obtencion-aceites-esencialesDestilación

El método más común es la destilación por vapor. Se utiliza en plantas relativamente resistentes y en partes como las hojas, el tallo o las cortezas. Para ello se emplea un alambique en el que se introduce la planta que se quiere destilar y el agua. Al calentarse el vapor arrastra las moléculas volátiles de la planta que van a parar a otro recipiente. Al enfriarse, la diferencia de densidad entre el agua y el aceite hace que la esencia se deposite en la parte superior, separada del vapor ya convertido en agua.

Es necesario un control exhaustivo de la temperatura. Si se excede solamente un grado podrían perderse algunas de las propiedades del aceite. También es importante observar el peso molecular. Algunas sustancias tienen un peso molecular más bajo cuando cambian de líquido a vapor, como los cítricos, de ahí que sean las primeras notas de salida en los perfumes.

Extrusión

Se emplea sobre todo en el caso de los cítricos, ya que sus aceites se encuentran en la piel exterior del fruto y basta con prensar su corteza para obtenerlos.

Maceración
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Consiste en introducir un tiempo la planta en otro líquido para capturar sus propiedades. Si se hace con aceites vegetales, se llama oleato y si se hace con alcohol, se llama tintura.

Disolventes volátiles

Se usan cuando se quiere extraer el aceite de una parte muy delicada de la planta, como los pétalos. Es un proceso complejo que requiere una enorme cantidad de materia prima para la extracción. Por eso los aceites obtenidos con esta técnica tienen un precio muy elevado.

Una vez que se obtiene la esencia de la planta, se elimina la humedad y se obtiene su extracto que en este caso se llama «absoluto».

¿Qué propiedades tienen los aceites esenciales?

Cada aceite esencial posee las propiedades específicas de la planta de la que se obtiene, pero todos en mayor o menor grado son:

  • Antibióticos
  • Antisépticos
  • Regeneradores celulares
  • Inmunoestimuladores
  • Antivíricos
  • Antiinflamatorios
  • Estimuladores de la circulación sanguínea y linfática
  • Relajantes
  • Depurativos

¿Cómo administrar los aceites esenciales?

Existen varias formas de aprovecharnos de las virtudes de los aceites esenciales:

Vía oral

Está totalmente desaconsejado realizar esta práctica por nuestra cuenta ya que correríamos el riesgo de intoxicarnos. Ingerir un aceite esencial sólo debe hacerse bajo prescripción médica y con fines terapéuticos.

Vía respiratoria

Los aceites esenciales son partículas volátiles, es decir, se evaporan. Al ser inspiradas, estas partículas entran en nuestros pulmones a través de los alvéolos pulmonares y penetran en el torrente sanguíneo. Su rapidez y eficacia depende de muchos factores como la intesidad de la respiración o las propiedades específicas del aceite en cuestión.

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El intenso aroma de los aceites esenciales tiene un efecto inmediato en nuestras emociones, infundiéndonos relajación y equilibrando estados de ánimos desordenados, ayudando a conciliar el sueño, etc.

La bioquímica Margueritte Maury (1895-1968), impulsó la aromaterapia en Occidente y el uso de los aceites esenciales acompañados de masajes con fines terapéuticos. Hemely Varela, directora de formación de Darphin comenta que «cuando un aroma entra por la cavidad nasal se activa el sistema límbico de nuestro cerebro. Se trata de la parte relacionada con la memoria y las emociones. El 70% de nuestras emociones se generan gracias a los aromas que nos rodean».

Vía tópica (a través de la piel)

Está demostrado que el uso regular de aceites esenciales, nutre e hidrata la piel. Además, la mayoría de los aceites esenciales poseen propiedades regeneradoras muy eficaces para prevenir la formación de arrugas o el envejecimiento prematuro de la piel.

¿Cómo podemos usar entonces los aceites esenciales?

Puedes beneficiarte de sus propiedades simplemente respirando su aroma. Despejan las vías respiratorias y nos producen sensación de relajación.

Para aliviar dolores, eliminar toxinas o mejorar la apariencia de la piel, lo mejor es aplicarlos directamente masajeando las zonas afectadas. Eso sí, debemos tener en cuenta una serie de precauciones. Los aceites esenciales son sustancias muy concentradas que pueden resultar tóxicas y peligrosas para la salud. No se pueden aplicar sobre la piel los aceites esenciales puros sin antes diluirlos en otra sustancia conductora: aceites vegetales, arcillas u otras lociones cosméticas.

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Te recomendamos leer nuestro artículo «Aceites esenciales según tu tipo de piel» para encontrar la fórmula más adecuada. Por ejemplo, si tu piel es grasa o con tendencia al acné deberás elegir aceites con propiedades astringentes y bactericidas como el aceite de limón, de bergamota o de árbol de té. Debes aplicarlos sobre la piel totalmente seca y evitar después las exposiciones solares para que no aparezcan manchas. Si por el contrario tienes la piel seca o sensible, es mejor optar por aceites calmantes, suaves y equilibrados como el aceite esencial de lavanda o de nerolí.

¿Cuáles son los aceites esenciales más usados?

  • Lavanda: bactericida, reequilibra las pieles secas e irritadas.
  • Geranio: tonificante, fortalece las pieles sensibles.
  • Zanahoria: antioxidante, revitaliza las pieles secas y cansadas.
  • Ciprés: tónico venoso, calma las pieles congestionadas.
  • Pachuli: cicatrizante, reduce el acné.
  • Limón: astringente, purifica las pieles grasas.
  • Camomila romana: antiinflamatoria, conviene a todas las pieles.
  • Romero: tonificante, devuelve el resplandor cabellos débiles.
  • Eucalipto: antiséptico, sanea el cuero cabelludo.
  • Menta: estimulante, devuelve el vigor al cabello.
  • Salvia: tónico, facilita crecimiento del cabello.
  • Orégano: anticelulítico, afina la silueta.
  • Enebro: drenante, exfolia la celulitis.
  • Naranja: antiespasmódica, relaja el cuerpo.
  • Sándalo: estimulante, tonifica el cuerpo.
  • Tomillo: bactericida, combate todo tipo de infecciones.
  • Jazmín: estimulante, afrodisíaco, eleva el estado de ánimo.

¿Cómo conservar los aceites esenciales?

Siempre en frascos de cristal oscuros para evitar que se oxiden debido a la luz solar. Debes evitar exponerlos a cambios bruscos de temperatura y por supuesto guardarlos en un lugar fuera del alcance de los niños.

Si sigues estas instrucciones, un aceite esencial tiene una vida media de cuatro años sin deteriorarse.

Precauciones en su uso

Algunos aceites esenciales procedentes de cítricos como el aceite esencial de naranja o de bergamota, vuelven la piel fotosensible por lo que deben aplicarse únicamente por la noche evitando así la exposición solar en las horas siguientes a su uso.

Las mujeres embarazadas, los niños y los ancianos deben consultar con su médico sobre el uso de los aceites esenciales. Si tienes algún tipo de alergia en la piel o dermatitis también debes comentarlo a un especialista.