deshidratacion-pielComo en el resto del organismo, la presencia de agua es una condición esencial para la piel. La deshidratación es una de las afecciones más comunes que afecta a todas las pieles, ya sean secas, mixtas, grasas, sensibles o reactivas. Produce una sensación de tirantez, pérdida de suavidad, falta de flexibilidad, escozor y descamación, que se ven agravadas con el paso del tiempo, sobre todo en el rostro, manos, piernas, codos y rodillas. Estas zonas necesitan una mayor hidratación porque están expuestas constantemente a agresiones externas y rozaduras.

La humectación es la humedad que la piel toma del medio exterior, ya sea de forma natural o artificial. Para este fin se emplean distintos productos cosméticos a base de agua y componentes de origen vegetal, animal o mineral, que permiten humectar la piel. Los baños en aguas termales también ayudan a recuperar la humedad de la piel, eliminar impurezas y favorecer el intercambio de minerales.

La hidratación, a diferencia de la humectación, es el agua que aporta la sangre a la piel desde los vasos hacia los tejidos, junto con el oxígeno y los nutrientes. Se aconseja ingerir aproximadamente dos litros de agua al día para obtener una hidratación cutánea saludable.

La deshidratación produce los siguientes efectos en la piel:

  • Acumulación de células muertas
  • Flacidez, pérdida de elasticidad
  • Aspecto opaco, falta de luminosidad
  • Aparición de líneas de expresión
  • Tirantez e irritación
  • Sequedad y sensibilidad

Factores desencadenantes

piel-hidratada

  • Con la edad disminuye la actividad de las glándulas sebáceas, razón por la cual la capa córnea no retiene el agua y se reseca.
  • Las dietas, especialmente aquellas con muy pocas calorías, que se realizan para adelgazar, son malas para la salud de la piel. Otras dietas que se exceden en hidratos de carbono y grasas, aportan muchas calorías pero son insuficientes en cuanto a otros nutrientes como vitaminas o minerales.
  • El uso de algunos jabones y lociones con alcohol, alteran el pH de la epidermis y eliminan parte de sus elementos protectores, provocando una pérdida de la capacidad de retener el agua en las capas superiores.
  • La exposición a las radiaciones solares provoca un tipo de envejecimiento, que no es el natural o cronológico y se denomina foto-envejecimiento. Las partes del cuerpo más expuestas sufren mayores niveles de deshidratación y las células comienzan a reproducirse de forma alterada, originando manchas, arrugas, flacidez y lesiones. Para evitar los efectos de la foto-exposición se recomienda usar protección solar y aumentar el consumo de vitamina A y betacarotenos.
  • El frío, el viento, el sol, la calefacción y el aire acondicionado facilitan la evaporación del agua.

La suma de estos factores incrementa la importancia del uso de cosméticos hidratantes en la piel que compensen la pérdida de agua y protejan del medio externo.