Antes de que la Humanidad tuviese conocimientos avanzados sobre química, la medicina tradicional recurría al uso de plantas medicinales y extraía sus principios activos mediante diferentes procedimientos. La fitoterapia se basa en parte de esta sabiduría antigua, empleando el poder curativo y embellecedor de las plantas.

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Si queremos elaborar remedios naturales a base de plantas y obtener el máximo beneficio de cada una de ellas, debes conocer sus propiedades y saber qué tipo de preparaciones son las más indicadas para cada planta.

Infusión

Es el método más conocido y utilizado. Resulta muy eficaz para obtener los principios medicinales de las plantas aromáticas cuando se trata de hojas, flores o tallos.

Para que realmente se trate de una infusión, no debemos hervir la planta. Pondremos el agua al fuego y en cuanto entre en ebullición, la retiraremos y añadiremos la planta. Luego taparemos nuestra infusión y la dejaremos reposar unos 10 minutos.

Las infusiones se pueden preparar con plantas frescas o secas. La planta seca es mucho más concentrada, por lo que no necesitaremos tanta cantidad. Algunas de las mejores plantas para hacer infusiones son: anís, manzanilla, castaño de Indias, romero, menta, tila, cardo mariano, té verde, cola de caballo, melisa, salvia, eneldo o clavo de olor…

Decocción

Se utiliza para extraer las propiedades de las partes duras y no aromáticas de una planta (raíces, cortezas, etc.).

Coloca la planta desmenuzada en un cazo con agua fría y deja que llegue a ebullición. Luego, continúa la cocción a fuego lento durante 10-20 minutos. Así conservaremos todas las propiedades medicinales de la planta.

Las plantas más indicadas son: jengibre, diente de león, regaliz, sauce o bardana.

Tintura

En este caso se utiliza el alcohol como disolvente para extraer las propiedades medicinales de las plantas. A su vez, el alcohol funciona como un excelente conservante, alargando la vida útil del producto de manera natural.

Para usos caseros, lo mejor es emplear vodka o vino. Coloca en un recipiente de vidrio 120 gramos de la planta seca y luego vierte sobre ella 500 ml. de vodka o vino. Tapa y deja que macere durante dos semanas en un lugar seco y alejado de la luz solar. Pasado ese tiempo, cuela el líquido y resérvalo en un recipiente opaco. Para tomarlo, sólo tienes que añadir unas gotitas en un vaso de agua, zumo o infusión.

Algunas plantas que pueden ser utilizadas son: castaño de Indias, caléndula, ajenjo, ulmaria, abedul, equinácea, regaliz, hamamelis, borraja, menta, hipérico…

Jarabe

Se emplea sobre todo cuando la planta que debemos tomar tiene un sabor fuerte o desagradable (como el ajo). Cortaremos 50 gramos de ajo y añadiremos después 250 ml. de vinagre y 300 gramos de miel. Coloca todo en un cazo y llévalo a ebullición hasta que adquiera la consistencia de un jarabe. Después, almacénalo en un recipiente de vidrio en el refrigerador.

¡Esperamos que te hayan gustado estos consejos!