Desde tiempos muy remotos las semillas de girasol eran consideradas como uno de los alimentos más completos y ricos por su valor nutricional.

Aceite natural fresco

Estas pequeñas semillas nos aportan ácidos grasos esenciales, vitaminas (E y B1) y minerales como el cobre y betacarotenos. Son un excelente suplemento alimenticio y un ingrediente muy útil para el cuidado de la piel.

Una de las formas más sencillas de aprovecharnos de todas sus virtudes es haciendo uso del aceite obtenido de las semillas de girasol en nuestras recetas de cosmética natural.

Gracias a su alto contenido en vitamina E, el aceite de girasol protege a las células contra los efectos dañinos de los radicales libres, previniendo así la aparición de arrugas. Además es rico en betacarotenos y cobre, dos componentes esenciales para mantener la piel sana, ya que intervienen en la producción de melanina, una sustancia que absorbe de la radiacción de los rayos ultravioleta haciendo que nuestra piel sea menos sensible al sol.

Por si fuera poco, el aceite de girasol es fuente natural de ácidos grasos esenciales (linoleico, oleico, palmítico y steraric) que estimulan la formación de elastina y colágeno nuevo, imprescindibles para tener una piel firme y suave. Actúa como un gran hidratante, ayudando a retener la humedad natural de los tejidos. También tiene la capacidad de aliviar los síntomas de la dermatitis y del eczema.

¿Quieres saber cómo utilizar este ingrediente en tus recetas de cosmética natural? ¡Toma buena nota!

Mascarilla de yogur, limón y aceite de girasol

Necesitas:

  • 3 cucharadas de yogur natural
  • 3 cucharaditas de aceite de girasol
  • un chorrito de zumo de limón

Mezcla todos los ingredientes hasta formar una pasta cremosa. Aplica la mascarilla sobre el rostro limpio y ligeramente humedecido, deja que actúe entre 15 y 20 minutos y enjuaga después con agua tibia. Sentirás tu piel fresca y suave.

Exfoliante de azúcar morena y aceite de girasol

Es tan sencillo como mezclar una cucharada de azúcar moreno y una cucharada de aceite de girasol. Extiende esta pasta granulada sobre el cutis humedecido, evitando el área del contorno de ojos. Haz movimientos circulares y ascendentes, insistiendo en aquellas partes donde se acumulan más impurezas. Luego enjuaga tu cara con agua fría y utiliza tu hidratante habitual.

¿Te han gustado estas recetas? ¡Compártelas con tus amigas!