Hasta hace algunos años los países orientales eran los principales consumidores de soja en el mundo. Pero esta situación ha cambiado bastante en las últimas décadas. Hoy en día la venta de soja  no es exclusiva de las tiendas de dietética o alimentación especial. En casi cualquier hipermercado podemos encontrar este producto en forma de leche, crema, batidos y por supuesto legumbres.

soja

La soja es rica en proteínas y uno de los productos agrícolas de más valor biológico. Estos son algunos de los principales beneficios de consumirla habitualmente:

  1. Ayuda a controlar el colesterol: Expertos canadienses demostraron que el 70 % de las personas que consumían tres vasos de leche de soja y un postre de soja al día, disminuyeron en más de un 10% su colesterol perjudicial (LDL), y aumentaron un 9% el colesterol bueno (HDL).
  2. Combate el envejecimiento: los fosfolípidos, los ácidos grasos poliinsaturados y la vitamina E que contiene la lecitina de soja contribuyen a mantener la juventud de la estructura de nuestras células.
  3. Alivia los síntomas de la menopausia: consumir unos 40 gramos de soja al día ha demostrado tener efectos beneficiosos en las mujeres posmenopáusicas, sobre todo en lo que respecta a la lucha contra la osteoporosis. Expertos australianos y americanos constataron que las mujeres que se sometieron a este estudio aumentaron significativamente su masa y densidad ósea y disminuyeron el námero de sofocos.
  4. Estimula la concentración y la memoria: la soja contiene un 8% de ácido alfa-linolénico. Este ácido graso poliinsaturado es indispensable para el desarrollo de las membranas de las células del cerebro y de las vainas de mielina, y es particularmente esencial para el feto, y durante los tres primeros años de vida del niño. Además, la lecitina de soja contiene fosfatidilcolina y ésta representa un interesante aporte de colina en la alimentación, una pseudovitamina que mejora la pérdida de memoria y atención frecuente en la tercera edad.
  5. No tiene lactosa: es el mejor sustituto de la leche de vaca para todos los que sufren intolerancia a la lactosa. Es tanto o más nutritiva que la leche de origen animal.
  6. Previene el cáncer: contiene unas sustancias llamadas fitoestrógenos (isoflavonoides, fitosteroles, saponinas e inositol hexafosfato). Éstas parecen tener una acción protectora frente a determinados cánceres de tipo homonodependiente, como el de mama o el de próstata, y ayudan a prevenir enfermedades coronarias.
  7. Es rica en vitaminas y minerales: nos aporta vitaminas del grupo B (B1, B2 y B5), vitamina A y vitamina E. Además es rica en fósforo y potasio.
  8. Fuente de «grasas buenas»: la soja es rica en ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados que ayudan a equilibrar los efectos del colesterol malo en nuestro organismo.
  9. Rica en lecitina: la lecitina ejerce una acción reguladora sobre las tasas de colesterol en sangre y lucha contra el envejecimiento de las estructuras nerviosas, mejorando el rendimiento intelectual en niños, adolescentes y ancianos. Regeneradora de las membranas celulares en general, la lecitina tiene un importante papel en la prevención de la litiasis biliar.
  10. Sus proteínas son de alto valor biológico: aporta dos veces más proteínas que la carne, tres veces más que los huevos y nueve veces más que la leche sin contener tanta grasa saturada como este tipo de alimentos. Pero además sus proteínas son de alto valor biológico frente a las restantes legumbres que no poseen un valor nutritivo tan completo. El valor biológico de las proteínas está determinado por la cantidad y la calidad de sus aminoácidos.