Hay un error común que cometemos muchas veces cuando a estas alturas del año todavía no nos hemos bronceado y queremos lograr un tono dorado en la piel con el maquillaje: aplicar polvos bronceadores sobre un rostro pálido.

Los polvos bronceadores sirven para resaltar el bronceado natural, no para ponernos morenas artificialmente. Si has llegado a esta temporada con un color claro en la piel, te recomendamos darle un toque de brillo a tu cara usando polvos iluminadores. Los puedes encontrar con toques de color, en tonos perla, rosado o dorados. Si eres trigueña te recomendamos optar por los tonos dorados pero si tu piel es más bien blanca, es mejor decidirse por los tonos de rosa.

Debes aplicarlos sobre los puntos de luz que quieras destacar: la parte alta de los pómulos y si lo deseas en la frente, nariz y barbilla. Procura no excederte con la cantidad de producto y utiliza siempre una brocha suave de pelo suelto.

Algunos productos a tener en cuenta:

  • Polvos de arroz de Java de Bourjois: polvos sueltos perfumados casi sin color. Aportan frescura y luminosidad al rostro. Son ultrafinos y tienen un ligero toque nacarado. Otro detalle que nos encanta es su cajita, una reedición vintage de las que se vendían en el siglo XIX.
  • Graphic Expresión de Clarins: cuatro tonos con matices dorados que se aplican con la brocha para darle luminosidad al rostro. Favorecen especialmente a las pieles de tonalidad media. Además nos protegen de la contaminación ambiental.
  • Madame Rougit de Guerlain: una paleta con cuatro tonos rosados cubiertos por un sofisticado velo de puntos de plumetti en blanco metalizado. Llevan brocha incorporada en la polvera para aplicarlos y tienen un ligero perfume a violetas.
  • Les Beiges de Chanel: polvos mate para un maquillaje sin brillos. No broncean ni blanquean, su función es conseguir un cutis de aspecto natural «efecto buena cara». Tienen un FPS 15 por lo que además nos protegen un poco de las exposiciones solares.