Las gafas de sol son uno de los complementos de moda más importantes en verano. No sólo deben resultar favorecedoras, sino también cuidar la salud de nuestros ojos.

A la hora de comprar unas gafas de sol, no solemos pasar por alto las últimas tendencias en cuanto a formas, tamaños y colores. Pero tampoco debemos olvidarnos de otro detalle esencial: que protejan bien nuestros ojos.

Lo más importante de las gafas de sol son los cristales. Estos pueden ser claros, oscuros, esfumados, espejados, anti-reflejo o polarizados, pero siempre deben cumplir su función de proteger nuestros ojos de los rayos ultravioleta y permitir una visión perfecta tanto de cerca como de lejos.

Por tanto, antes de comprar tus gafas de sol, cerciórate de que sean seguras. Los cristales deben filtrar aproximadamente entre un 90% y un 95% de las radiaciones solares, y esto debe estar especificado en la descripción que acompaña el producto y en el certificado de garantía.

Para tener la seguridad de adquirir unas gafas de sol que cumplan este requisito, debes acudir a ópticas o comercios especializados y no dejarte tentar por las imitaciones de marcas famosas, porque lo «bueno, bonito y barato» puede costarnos muy caro.