Antes de que las arrugas hagan acto de presencia en el rostro, las líneas de expresión comienzan a marcarse, siendo este uno de los primeros signos del envejecimiento de la piel.

Si ya conocías las ventajas del bótox como tratamiento antiaging, hoy os hablaremos de una nueva técnica mejorada. Se llama meso-bótox y consiste en el uso combinado de la mesoterapia y la toxina botulímica para rejuvenecer la piel.

¿En qué se diferencia de los tratamientos con bótox?

Las microinyecciones de meso-bótox contienen muy poca cantidad de producto y gracias a esto conseguimos también resultados más naturales. Es especialmente eficaz en las primeras etapas de envejecimiento de la piel, cuando las líneas de expresión no son demasiado profundas.

Además, el meso-bótox ofrece buenos resultados para alisar la superficie de la piel cuando los poros están dilatados, algo muy frecuente en los cutis grasos.

A diferencia del bótox convencional. este tratamiento es más personalizado, y debe ser realizado por un profesional experto que estudie el rostro, su anatomía y las zonas a inyectar. A cada persona se le aplica una dilución diferente. Por lo general los músculos cortos y gruesos necesitan una concentración elevada de producto y los músculos planos y finos, una concentración más diluida. También se pueden aplicar otro tipo de productos para mejorar la textura y apariencia de la piel.

Lo importante es que con el meso-bótox el rostro no pierde plasticidad ni movilidad, ofreciéndonos resultados más naturales.