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A diferencia de lo que sucede con las piernas cuando caminamos, nuestros brazos no se ejercitan de forma constante y esto provoca que sean especialmente susceptibles a los cambios bruscos de peso y la pérdida de tono propia de la edad.

¿Notas que tus brazos han perdido forma y la piel cuelga? ¡Ponte manos a la obra!

Con unas sencillas rutinas de fitness y unos hábitos de vida saludables, puedes combatir la flacidez de tus brazos desde este mismo momento y volver a lucir las camisetas que te gustan en verano.

¡Toma buena nota de estos tips!

  1. Cuida tu alimentación: los brazos son muy sensibles a las pérdidas y ganancias repentinas de peso. Las dietas ricas en grasa o demasiado restrictivas pueden ocasionar flacidez en la zona. Debes ingerir una cantidad aceptable de proteínas para mantener el tono muscular.
  2. Entrena los bíceps: existen muchas rutinas para activar este músculo, pero si no tienes experiencia en el gimnasio te recomendamos comenzar por los curls con mancuernas. Comienza con un peso liviano y auméntalo a medida que hagas progresos y ganes fuerza.
  3. No te olvides de los tríceps: son los músculos que dan forma a la parte superior del brazo. Curiosamente no les prestamos la misma atención que a nuestros bíceps a la hora de entrenar. Sin embargo, poner a trabajar los músculos del tríceps es sumamente fácil. Puedes hacerlo sin salir de casa, simplemente arrimando una silla con respaldo contra la pared y realizando flexiones empleando el propio peso corporal (en este artículo te enseñamos a hacerlo). Otra posibilidad es hacer largartijas, un ejercicio muy completo ya que además de los tríceps, tonificamos la musculatura pectoral.
  4. No te acostumbres sólo a un tipo de ejercicios: los músculos necesitan diferentes estímulos para desarrollarse. Diversifica tus rutinas.
  5. Cremas reafirmantes y duchas frías: contribuyen a mejorar la elasticidad de la piel. Recuerda que la falta de firmeza en la dermis no puede corregirse con ejercicio. Son dos cuidados complementarios.
  6. Descanso: los músculos necesitan sus períodos de descanso para regenerar sus fibras y crecer. No es aconsejable entrenar más de dos días sin descanso el mismo grupo muscular. Además, debes garantizarle a tu cuerpo las ocho horas de sueño que necesita para reponerse.
  7. Sé constante: los cambios no se observan de la noche a la semana. De nada sirve machacarse a tope unos días y luego abandonar el ejercicio durante meses.
  8. Trabaja la flexibilidad: la clave del ejercicio está en hacerlo bien, no rápido. No te olvides de estirar después de cada sesión para evitar las contracturas musculares. ¿Quieres tonificar tus brazos a la vez que mejoras la elasticidad de tu cuerpo? Entonces practica natación, es un deporte muy completo para mantenerse en forma y ejercitar todos los músculos de nuestros brazos.
  9. Mantente motivada: registra tus progresos, asiste a clases grupales o, si entrenas sola, acompaña el ejercicio de tu música favorita. También es importante no caer en el sobreentrenamiento y dedicar una parte del día al ocio y la vida personal.
  10. Pierde el miedo: no vas a volverte excesivamente musculosa entrenando con pesas. Las mujeres tenemos una genética que limita el desarrollo excesivo de masa muscular. Realizando ejercicios anaeróbicos evitarás la flacidez y la pérdida de tono, pero seguirás viéndote femenina.