Independientemente de su forma, longitud y color, unas uñas bien arregladas denotan elegancia y feminidad. Con estos cuidados profesionales, tus manos serán tu mejor carta de presentación.
Manicura profesional en tres pasos
¿Dispones de cinco minutos a la semana? Ése es el tiempo que necesitas para lucir unas uñas más bonitas y brillantes.
Retira el esmalte
Si llevas las uñas pintadas, el primer paso es retirar los restos de laca con un quitaesmalte oleoso. Evita aquellos productos que contengan acetona, de efecto corrosivo.
Límalas
Para darles la forma y la longitud deseada (más cortas y cuadradas si buscas un «look» más moderno o largas y redondeadas si prefieres algo más clásico), utiliza una lima de cartón o de fibra de vidrio. Mantén la lima perpendicular a la uña y desplázala desde el extremo hacia el centro… siempre en el mismo sentido para no astillarla. Algunas limas incorporan un pulidor para la superficie de la uña. Esta herramienta, además de dar un brillo espectacular, mejora la fijación del esmalte, aunque no conviene utilizarla más de una vez al mes.
Suaviza las cutículas
A continuación, sumerge las uñas en agua tibia jabonosa durante unos minutos. Sécalas, aplica una loción que ablande las cutículas y con un palito de naranjo, empújalas hacia atrás. Puedes utilizar un alicate para los pellejitos, pero nunca cortes con él las cutículas, ya que protegen la matriz de la uña. Lávate las manos y, si no vas a pintarte las uñas, aplícate una buena capa de crema hidratante.
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Color: intenso, brillante y duradero
Para un acabado profesional, extiende el color siguiendo estas otras recomendaciones.
Dos capas
Sobre una base protectora (endurecedora, blanqueadora, etc.) date una capa de color muy fina, deja que se seque y, para conseguir una cobertura perfecta, aplica una segunda capa, esta vez más gruesa.
Secado ultrarápido
Aunque hoy en día la mayoría de los esmaltes se secan en un instante, puedes recurrir al aire frío del secador o a los sprays diseñados para acelerar el secado de las uñas. Cuanto más rápido se sequen, mejores resultados obtendrás.
Máxima intensidad
Algunos pigmentos pierden intensidad bajo el sol, tras los lavados, al entrar en contacto con detergentes, etc. Para prevenirlo, finaliza la manicura aplicando un esmalte fijador o «topcoat», un brillo ultrasecante que sella el color.
Haz una buena elección del color
Mujeres ajetreadas
Si no tienes tiempo para retocarte el color cada 8-10 días, decántate por los colores naturales (beige, marfil, rosa palo, etc.) de acabado mate porque son los que se mantienen intactos durante más tiempo.
Con imperfecciones
Cuanto más oscuro y brillante sea el color de la laca, más resaltará las imperfecciones de las manos. Tenlo en cuenta si te muerdes las pielecillas de los bordes de las uñas, tus manos tienden a las rojeces, tienes alguna mancha de sol, etc.
Manos más estilizadas
Los colores oscuros, desde el burdeos al ciruela o al marrón o el negro, son espectaculares. Su único problema es que debido a un efecto óptico, tienden a hacer los dedos más cortitos. Si quieres estilizar tus manos, pero no te gusta llevar las uñas largas, opta por los tonos más discretos, pero de acabado ultrabrillante.
A la última
Este año se llevan los esmaltes de uñas de colores profundos e intensos: rojo, frambuesa, fucsia, malva, azul índigo, etc. Las nuevas lacas de uñas adquieren colores hasta ahora reservados para las noches de fiesta, como los fluorados o los negros, los grises o los morados con destellos metalizados.
Problemas con solución
Uñas débiles y quebradizas
Si se te rompen cada dos por tres, utiliza una base fortalecedora formulada con calcio o con silicio y, de vez en cuando, masajéalas con aceite de oliva tibio. ¿Las tienes particularmente frágiles? Acostúmbrate a limarlas antes de retirar el esmalte y no al revés.
Uñas descascarilladas
Recurre a los esmaltes enriquecidos con lycra o con silicona, a prueba de golpes.
¡Comparte estos sencillos trucos para aprender a hacer una manicura profesional en casa!
