blanqueamiento dental

En los últimos años, según demuestran los estudios de consumo, uno de los servicios de odontología que más ha crecido en demanda es el procedimiento de blanqueamiento dental.


Una bonita sonrisa es una inmejorable carta de presentación que hace sentirse más atractiva y segura de sí misma a la persona que la posee. Por ello, cada vez hombres y mujeres de todas las edades deciden someterse a un tratamiento blanqueador para mejorar su apariencia.

Aun así, y pese a su creciente popularidad, muchas personas desconocen todavía los métodos profesionales y no profesionales que existen para blanquear la dentadura, los productos que suelen emplearse e incluso la eficacia de los resultados. Por ello, en nuestro artículo de hoy te ofreceremos una amplia información sobre todos estos aspectos para que elijas la solución que mejor se adapta a tu estilo de vida y a tu bolsillo.

¿Por qué se oscurecen los dientes?

Al igual que el color de tus ojos, el color de los dientes está condicionado genéticamente. El tener los dientes más oscuros de lo normal no tiene por qué ser indicio de una patología. Pero además de nuestra genética influyen otra serie de causas extrínsecas e intrínsecas que pueden influir en la tonalidad de nuestra dentadura.

En las causas intrínsecas, la alteración del color se produce en la dentina (dentro de la estructura del diente) mientras que si la causa es extrínseca normalmente afecta solo al esmalte.

Causas intrínsecas

Distinguimos en primer lugar aquellas que tienen lugar antes de la formación del diente. Las más comunes son:

  • Tetraciclina (antibiótico)
  • Hipoplasias de esmalte (manchas blancas congénitas en el esmalte dental)
  • Fluorosis (manchas por exceso de fluor)

Las tinciones que aparecen antes de la erupción del diente siempre se producen de dentro hacia fuera y tienen lugar cuando el diente está terminando su formación al depositarse materiales cromogénicos en el interior de la dentina.

Las tetraciclinas por ejemplo se fijan al tejido dentario y óseo desarrollando reacciones fotoquímicas y con especial incidencia durante los tres primeros años de vida.

En el caso de las manchas por flúor, se producen por un excesivo aporte de flúor que altera el mecanismo enzimático de los ameloblastos en los últimos estadíos de formación del esmalte que se vuelve poroso. Puede ser leve y en tal caso se observan pequeñas líneas transversales en la superficie del diente, moderada cuando se aprecian manchas opacas y severa cuando el esmalte se vuelve quebradizo y con presencia manchas marrones.

Dentro de las causas intrínsecas están también aquellas que llamamos posteruptivas, es decir, aquellas que se producen en el diente ya adulto cuando por algún motivo se altera el color de la dentina. Suelen ser:

  • Golpes o fracturas en los dientes
  • Envejecimiento de la pieza dentaria.
  • Alteraciones dentales congénitas como hipoplasia, amelogénesis, etc.

Causas extrínsecas

Son aquellas que tienen lugar después de la formación del diente por la acción de agentes externos que deterioran el esmalte: taninos de té, café, vino, nicotina, colorantes alimentarios, etc.

En su estadio inicial pueden ser eliminados fácilmente con el cepillado, pero poco a poco si no usamos los productos adecuados o descuidamos nuestra higiene bucal, se van fijando más a la dentadura debido a reacciones químicas por reagrupamientos moleculares entre azúcares y aminoácidos. En esta fase, el cepillado ya no es suficiente y se hace necesario una limpieza profesional o el uso de productos abrasivos. Sin embargo, no siempre resulta fácil eliminar estas manchas ya que se depositan en las fisuras e irregularidades de la superficie del diente tomando diferentes colores por influjo de la flora cromógena.

Generalmente, antes de que el problema se agrave en demasía, las manchas pueden reducirse mediante tratamientos de uso tópico a base de pastas dentales blanqueadoras que contienen sustancias abrasivas suaves y compatibles con el esmalte. También se hace necesario reducir el consumo habitual de aquellos alimentos o bebidas que sean la causa de la pigmentación.

¿En qué consiste en blanqueamiento dental?

La odontología con fines estéticos ha sido practicada desde muy antiguo aunque los cánones de belleza hayan ido variando a lo largo de la Historia. En la China Imperial, por ejemplo, las viudas teñían sus dientes de negro en señal de duelo y renuncia a la belleza. Los mayas practicaron la odontología correctora con fines estéticos y adornaban además sus dientes con incrustaciones de jade. Pero no fue hasta el año 1877 cuando se empiezan a realizar estudios para el blanqueamiento dental utilizando materiales como el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) y ácido clorhídrico (lejía) juntos o por separado para el blanqueamiento interno. Los estudios han ido avanzando hasta el momento actual en el que podemos definir varias técnicas de blanqueamiento dental.

Entendemos por blanqueamiento dental cualquier tratamiento de tipo estético cuya finalidad sea aclarar la tonalidad del esmalte dental para darle una apariencia más brillante y saludable. Algunos de estos tratamientos se realizan en la consulta del dentista mientras que otros, menos intensos, pueden ser administrados por el propio paciente desde la comodidad de su hogar.

El blanqueamiento dental sirve también para eliminar manchas producidas por agentes externos como el tabaco, los medicamentos, el café, el vino tinto o algunos alimentos.

Los blanqueamientos no provocan abrasión dentaria ni desgaste. Tampoco debilitan los dientes ya que se basan en la aplicación de geles que actúan químicamente reduciendo en varios tonos el color de la pieza dentaria.

Como inconveniente, podríamos señalar que el blanqueamiento dental no puede cambiar el color de las restauraciones, implantes, coronas o puentes que se hayan realizado previamente al procedimiento por lo que es necesario recambiar estas restauraciones 15 días después del blanqueamiento para igualarlas teniendo en cuenta el color definitivo de la dentadura.

Actualmente, las técnicas disponibles para el blanqueamiento dental son:

  • Microabrasión
  • Blanqueamiento en consulta con geles de peróxido de hidrógeno al 20-37% autoactivados ó activados mediante calor o luz
  • Blanqueamiento supervisado por el profesional y administrado por el mismo paciente en su domicilio utilizando geles de peróxido de carbamida al 10-12%

El especialista puede preescribir más de una técnica si lo estima conveniente para optimizar los resultados.

En resumen, dependiendo del lugar y de las necesidades del paciente, existen tres tipos de blanqueamiento dental:

  • Blanqueamiento dental en casa con pastas blanqueadoras
  • Blanqueamiento en casa con supervisión profesional
  • Blanqueamiento en la consulta del dentista

Si las manchas no son muy profundas, la mejor opción es blanquear los dientes desde la comodidad de tu hogar. Se basa en la aplicación de pastas y enjuagues bucales especialmente diseñados para eliminar la película proteica a la que se adhieren las manchas. Es una alternativa bastante económica pero su eficacia es baja en los casos más graves o cuando el diente está envejecido.

Los blanqueamientos realizados en casa bajo supervisión profesional suelen estar formulados a base de peróxido de carbamida al 10-12%. Se realizan con cubetas plásticas en las cuales se coloca un gel blanqueador a baja concentración. La duración del tratamiento es de aproximadamente cuatro semanas.

En cuanto a los blanqueamientos en consultorio son más complejos y varían en función del químico utilizado y de su concentración. Los mejores resultados dependerán de un buen diagnóstico, del conocimiento por parte del especialista del historial médico del paciente, de la variedad de químico utilizado y la técnica empleada. Teniendo en cuenta ésta última pueden diferenciarse dos tipos de blanqueamiento:

Blanqueamiento dental externo

Se basa en la utilización de dos productos:

  • peróxido de carbamida (en general para tratamientos ambulatorios)
  • peroxido de hidrógeno ( básicamente para tratamientos en Clínica)

Estos productos son capaces (mediante la activación por calor y/o luz especial ) de desprender moléculas de H²O² que son capaces de “filtrarse” a través del esmalte de los dientes por los túbulos dentinarios.  Existen aproximadamente 15000 túbulos dentinarios/mm². Así, el tejido interno (dentina) que da color a los dientes, sufre un proceso de oxidación que se traduce en un blanqueamiento de los tejidos dentarios. Así pues, se trata de un blanqueamiento desde «dentro» del diente.

La intensidad de blanqueamiento dependerá de cada paciente, de su color particular que deberá ser estudiado por el especialista para determinar las expectativas del blanqueamiento.

Responden bien casi todos los dientes excepto aquellos con tinciones por tetraciclinas (colores marrones ó grises). Se recomienda el  blanqueamiento ambulatorio por un período más largo que puede llegar a los tres ó seis meses. De esta forma se obtendrán blanqueamientos seguros y graduales aunque sigue resultando difícil realizar un pronóstico sobre el color final.

El blanqueamiento dental externo está indicado en casos de:

  • Envejecimiento del diente
  • Fluorosis
  • Tetraciclinas
  • Dentinogénesis imperfecta
  • Calcificación pulpar

No debe practicarse en el caso de:

  • Dientes sensibles
  • Exposiciones dentinarias
  • Exposiciones radiculares
  • Unión amelocementaria abierta

Blanqueamiento dental interno

Es aquel que se realiza sobre dientes no vitales, es decir que ya tienen realizado un tratamiento de conducto, aplicando el producto por dentro del diente y pudiendo complementar este tratamiento con el blanqueamiento externo. Generalmente el químico empleado es el perborato de sodio y puede complementarse también con técnicas propias del blanqueamiento dental externo.

No debe aplicarse en caso de:

  • Traumatismos dentales
  • Reabsorción radicular
  • Defectos en el desarrollo del esmalte o pérdida importante del mismo
  • Grietas o fisuras
  • Caries
  • Composites mal ajustados
  • Morfología dental anómala

Otras consideraciones a tener en cuenta

Antes de iniciar un proceso de blanqueamiento es importante  ser cuidadoso, ya que existen factores que pueden causar problemas y excesiva sensibilidad en los dientes.

Por este motivo debe realizarse un cuidadoso diagnóstico por parte del odontólogo.

En el diagnóstico se debe tener en cuenta:

  • Historia clínica completa sobre antecedentes  en la que se incluye una historia completa en la que se incluyan preguntas sobre  factores que puedan ocasionar cambios en el color de los dientes como antibioticos tomados por la madre durante el embarazo, drogas o enfermedades en los primeros años de vida, excesiva ingestión de fluor, por ejemplo en algunas ciudades colocan agua en el acueducto.
  • Examen dental, ya que el blanqueamiento no puede  ser realizado en pacientes con caries dentales, amalgamas o resinas muy grandes y que se encuentren desadaptadas, pacientes en los que se ha bajado el nivel de encía y  se encuentran las raíces (cuellos de los dientes) destapados, pacientes con encías inflamadas, sensibilidad excesiva al frío y al calor, pérdida severa de esmalte.
  • Condiciones físicas: el blanqueamiento dental esta totalmente contraindicado en:
        • pacientes EMBARAZADAS  y LACTANCIA
        • en pacientes con alergias al peroxido.
        • menores de edad

Previo a la realización del blanqueamiento el odontólogo deberá:

  • Determinar el factor que causo el cambio en el color del diente ya que de este factor dependerá el tipo de sustancias escogida, estos factores pueden ser como vimos anteriormente una causa intrínseca o extrínseca.
  • Eliminar  las caries, las resinas o amalgamas desadaptadas ya que estos materiales pueden penetrar al diente causando la muerte de la pulpa que es la parte vital del diente, ocasionando daños irreversibles.
  • Cubrir los cuellos o raíces expuestas
  • Realizar una fase higiénica (Remover cálculos, placa bacteriana)

El proceso mediante el cual se realiza el proceso de blanqueamiento es que la mancha es tejido orgánico y el oxígeno la descompone en dióxido de carbono y agua, cuando la mancha desaparece sucede lo mismo con la matriz orgánica produciendo detrimento en la superficie dental.

Cada persona trae dispuesto por genética el color de los dientes, en algunos individuos es más oscuro que en otros, tienden a ser grises, naranjas o amarillos. Este color natural no puede cambiarse mediante técnicas de blanqueamiento; sólo es posible aclarar el matiz dentro de la misma gama de color. Es decir, amarillo más claro, naranja más claro o gris más claro. Cuando se presentan alteraciones de color, es importante que el odontólogo realice un examen visual minucioso, con el fin de determinar la causa de dichas alteraciones y definir el tratamiento adecuado.

No todas las manchas o pigmentaciones se eliminan con blanqueamiento, algunas son más profundas que otras y por lo tanto más difíciles de tratar. Ciertas manchas se presentan cuando agentes externos ingeridos por el individuo, afectan el esmalte, el cual es la capa más superficial del diente. (Pigmentaciones extrínsecas)

Es importante que el paciente tenga en cuenta que unos dientes excesivamente blancos pierden la estética ya que el color natural de los dientes no es blanco especialmente en los adultos, y es muy importante que su tratamiento de blanqueamiento dental sea estrictamente supervisado por el profesional ya que el debe determinar el punto donde la sustancia blanqueadora alcanza el punto de saturación  y empieza el rompimiento y perdida del esmalte dental lo que ocasionara microporosidad del diente y esto traerá nefastas consecuencias para el diente.

La estabilidad del tratamiento depende de los cuidados que tenga el paciente durante el tratamiento y posterior a este, es importante evitar el consumo de cítricos, bebidas oscuras tales como bebidas colas, café, te, chocolate, consumo de cigarrillo, tabacos, para las mujeres es importante no usar tonos de labial oscuro que puedan entrar en contacto con el diente.

Estas son algunas de las consideraciones especiales y una rápida información sobre el blanqueamiento dental, pero lo más importante es que usted acuda a un profesional con suficiente capacitación y que le pueda orientar adecuadamente para evitar consecuencias desagradables que pueden presentarse con este tipo de tratamientos estéticos.