Hace algunos años detener el envejecimiento de nuestro rostro era algo casi inpensable. Los tratamientos para controlar el paso de la edad eran principalmente preventivos y la cirugía disponible para tal fin demasiado invasiva y con resultados muy artificiales.

rejuvenecimiento facial


Hoy en día, a pesar de que la prevención continúa siendo la clave, estamos cada vez más cerca del secreto de la eterna juventud. La aparatología moderna y el descubrimiento de las sustancias inyectables compatibles con el tejido dérmico, permiten obtener resultados cada vez más naturales. Mantener el aspecto joven y saludable de nuestro rostro y minimizar las marcas del envejecimiento es posible gracias a las nuevas técnicas en rejuvenecimiento facial.

Si estás pensando en someterte a una cirugía estética para recuperar la expresión que lucía tu cara en esas viejas fotografías, continúa leyendo este artículo para informarte a fondo de todas las posibilidades a tu alcance.

¿Cómo envejecemos?

Una de las razones por las cuales las mujeres son reacias a someterse a un tratamiento de rejuvenecimiento facial, es que tal vez el resultado no sea tan natural como ellas esperaban y se note que están operadas. Realmente los resultados de las técnicas empleadas hace veinte años no eran cien por cien satisfactorios; las técnicas empleadas no corregían adecuadamente los signos del envejecimiento y creaban un «efecto máscara». La piel se notaba excesivamente estirada y con falta de elasticidad.

Por contrapartida, las técnicas empleadas en la actualidad (cirugía láser, endoscopia, radiofrecuencias, rellenos… ) resultan mucho menos invasivas, dejan cicatrices mínimas y consiguen un resultado mucho más natural.

El modo de proceder del cirujano plástico también ha variado ya que ahora los estudios son mucho más personalizados. Usualmente se le pide al paciente que aporte varias fotografías de distintas etapas de su vida para estudiar a fondo los cambios que se han producido en su rostro a lo largo del tiempo. Aunque la mayoría de los signos del envejecimiento son comunes a todas las personas (flacidez, arrugas, pérdida de volumen, pigmentación desigual, etc.), el modo de envejecer es distinto dependiendo de nuestra raza, fototipo o incluso de nuestro estilo de vida (hábitos dietéticos, tabaco, exposición al sol, factores genéticos e incluso enfermedades sufridas a lo largo de nuestra vida). Un experto analizará todos estos factores, la anatomía y la distribución de músculo y grasa sobre las estructuras faciales y establecerá un patrón y unos objetivos que se pretenden lograr poniéndose de acuerdo con su paciente.

Pero ¿cuáles son la huellas del envejecimiento en nuestro rostro? Bien, no siempre se presentan todas las mismo tiempo y dependen de las causas antes enumeradas y claro está, de la edad del paciente… pero si tuviésemos que señalar las más comunes, éstas serían:

  • El contorno de los ojos es una de las zonas donde más se acusan los signos de la edad debido a que la piel de esta área es muy delicada; aparecen bolsas alrededor de los ojos y las ojeras se vuelven más pronunciadas. Los párpados superiores tienen exceso de piel y aparecen las famosas patas de gallo y arruguitas en el entrecejo. Las cejas presentan una apariencia caída que da una expresión triste a la mirada.
  • Los depósitos grasos de la zona malar y de la mandíbula inferior se descuelgan marcándose el surco nasogeniano y desvaneciéndose la curvatura del pómulo.
  • Se acentúan los surcos de la comisura de la boca y aparecen arruguitas alrededor de los labios (sobre todo en personas fumadoras).
  • Pueden aparecer arrugas en la frente.
  • La piel del cuello se descuelga, perdiendo el ángulo con respecto al mentón y a la barbilla. Si además de flacidez existen depósitos de grasa, se forma la papada.
  • Si la persona ha abusado del sol sin protección durante su vida, pueden aparecer manchas en la piel o pigmentación desigual ya que el capital de melanina es deficiente, son los efectos del fotoenvejecimiento.

El cambio de perspectiva de la cirugía moderna

cirugía estética moderna


La cirugía estética moderna estudia todos estos problemas y aplica un método específico teniendo en cuenta la edad del paciente y los cambios futuros que todavía experimentará su rostro. El objetivo es siempre buscar la naturalidad y entender la fisonomía de la persona como un conjunto. No es posible operar una sola zona e ignorar el resto sin que pase desapercibido (por ejemplo si la piel de la cara se somete a un lifting intenso pero el cuello sigue teniendo arrugas se notará que estás operada, lo mismo que si se te realiza una blefaroplastia para levantar los párpados caídos pero el resto de la cara conserva los signos de envejecimiento).

Algunos de los errores más comunes del lifting tradicional se debían a complicaciones del postoperatorio o a no tener en cuenta las condiciones y tipo de piel del paciente. Los más comunes eran:

  • Alteraciones en las líneas del nacimiento del pelo.
  • Cicatrices visibles detrás de las orejas.
  • Efecto de ojos redondeados.
  • Asimetrías faciales.

Para minimizar los problemas que se producían como resultado de una cirugía bastante invasiva, en la actualidad la filosofía de cirugía moderna no es ocultar la edad del paciente sino mejorar en lo posible su aspecto conservando la expresión y rejuveneciéndola sin sacrificar la naturalidad.

El lifting facial y cervical sigue practicándose aunque sin alisar la piel en exceso y cuidando el emplazamiento de las incisiones.

Junto a esta técnica más tradicional aparecen nuevas intervenciones como la lipoestructura que consiste en la readaptación de los depósitos grasos atrofiados o bien diferentes técnicas de relleno ya sea directamente sobre las arrugas o sobre una zona más amplia y la atenuación de la actividad muscular causante de la aparición de las líneas de expresión, usando para ello las nuevas sustancias inyectables como la toxina botulínica.

El cirujano es un escultor del rostro y debe operar siempre teniendo en cuenta la armonía de los volúmenes y la distribución del tejido muscular y la grasa. Una técnica en concreto puede no ser idónea para un tipo de paciente (por ejemplo, los rellenos faciales son idóneos para tratar las patas de gallo pero si tienes surcos marcados o rictus, ésto se debe a la flacidez y el tratamiento indicado por el especialista debe enfocarse a mejorar la suspensión de los tejidos, usando técnicas como la radiofrecuencia).

Técnicas de rejuvenecimiento facial

Metiéndonos ya de lleno en el terreno de las técnicas usadas en rejuvenecimiento facial, distinguiremos entre aquellas técnicas propiamente quirúrgicas (lifting) y las técnicas de restauración facial sin cirugía que se basan en la administración subdérmica de distintas sustancias a en el uso de aparatología de última generación como el láser o la luz pulsada.

Rejuvenecimiento por cirugía o lifting

lifting facial

A muchas mujeres al oir la palabra «lifting» les viene a la cabeza la imagen de momias con cara de porcelana y la piel totalmente estirada, pero actualmente no es así y el cirujano da prioridad a conservar siempre la expresividad del rostro.

Hay un tipo de lifting facial mínimamente invasivo que se realiza a través de una pequeña incisión preauricular que deja una cicatriz mínima escondida tras los pliegues naturales de la oreja. Este lifting trabaja sobre todo en el plano muscular que se ve atrofiado por la mala vascularización de los tejidos. Se trata de eliminar la flacidez perfilando el rostro y redefiniendo el ángulo de la mandíbula. Por último se resercciona la piel sobrante y se hace un lipofillig de grasa enriquecida con factores de crecimiento plaquetario para redefinir la forma del óvalo facial. De esta forma se logra corregir el descolgamiento propio de la piel madura con una intervención quirúrgica poco invasiva y un postoperatorio que permite una rápida recuperación.

Dependiendo de la zona del rostro en la que actúe el lifting distinguiremos:

Blefaroplastia

Blefaroplastia

Es uno de los tipos de lifting más solicitados. Consiste en extirpar el exceso de piel que cuelga sobre el párpado superior y da una expresión de tristeza a la mirada. En ocasiones también se anulan las arruguitas del entrecejo y se atenúan las ojeras y bolsas de grasa.

A veces se combina la blefaroplastia con un tratamiento a base de toxina botulínica con el fin de relajar los músculos periorbitarios y aminorar las patas de gallo.

La blefaroplastia es una intervención de cirugía menor que se realiza de forma ambulatoria, con anestesia local y que no requiere ingreso hospitalario. Los puntos se retiran a los 4 ó 5 días de la operación.

Lifting de tercio medio y superior

lifting del tercio medio y superior

Destinado a tratar las arrugas de la frente. Se realiza una pequeña incisión a nivel del cuero cabelludo y se actúa por endoscopia para debilitar el músculo frontal que las causa. La cicatriz es casi invisible por su pequeño tamaño y porque queda oculta en la raíz del pelo, pero algunas personas prefieren recurrir a los tratamientos con botox ya que ofrece prácticamente los mismos resultados.

En la zona media el objetivo es atenuar el surco nasogeniano y destacar la línea de los pómulos. La cicatriz queda escondida dentro de la boca.

El procedimiento se realiza bajo anestesia local y lleva unas horas de ingreso.

Lifting cervico-facial

lifting cervical

Se utiliza para estirar la piel de la cara y del cuello. Se precisan dos incisiones: una alrededor de la oreja y otra bajo el mentón. De este modo se elimina la grasa de la papada y se readapta la piel a los nuevos volúmenes, trabajando sobre los músculos atrofiados.

Este tipo de intervención se realiza bajo anestesia local o general y requiere de uno o dos días de ingreso. El tiempo para recuperarse y reincorporarse a las actividades cotidianas es algo más largo (una o dos semanas) ya que puede presentarse inflamación de los tejidos.

Rejuvenecimiento facial sin cirugía

La creciente demanda de tratamientos sin cirugía ha llevado a desarrollar toda una serie de técnicas no invasivas destinadas a eliminar los signos de la edad en tu rostro. Muchas de ellas se basan en la aplicación de productos de nueva generación sin anestesia ya sea bajo la piel o sobre ella exfoliándola y rellenando surcos y arrugas. La flacidez facial y la falta de tono se combaten con aparatología moderna como el láser o la luz pulsada.

A diferencia del lifting. las técnicas de rejuvenecimiento facial sin cirugía tratan de forma focalizada cada uno de los problemas de la paciente y pueden combinarse entre sí para lograr resultados óptimos.

Son ideales para aquellas personas que temen someterse a una intervención quirúrgica pero no quieren renunciar por ello a tener una piel más joven. Tienen como desventaja que los resultados no son inmediatos y la mayoría de las veces se requieren varias sesiones de mantenimiento. Además, la medicina estética no sustituye a la cirugía plástica ni puede conseguirse un acabado tan espectacular como el de un lifting facial pero sí es posible retrasar la edad, otorgar al cutis un aspecto más descansado y hacer retoques sobre problemas concretos.

Algunas de estas técnicas son:

Luz Intensa Pulsada (IPL)

rejuvenecimiento ipl

Es un procedimiento no invasivo que actúa a diferentes niveles de profundidad de la piel combinando la luz y el calor para estimular la producción de colágeno y elastina. La piel gana en densidad y la pigmentación se vuelve más homogénea.

Es muy eficaz en pacientes cuyo rostro está dañado por causa del fotoenvejecimiento y presenta imperfecciones como pequeñas arruguitas, pigmentación desigual, manchas marrones y poros dilatados. Es útil tanto en tratamientos faciales como para la piel del cuello, el escote y el dorso de las manos.

El IPL trabaja con varias longitudes de ondas, a 520,560 y 590nm se tratan problemas relacionados con la pigmentación de la piel, mejorando la textura y la luminosidad de su superficie mientras que a las longitudes de 695 y 755nm se produce un calentamiento a nivel profundo que produce un efecto tensor mejorando la tonicidad y la densidad en la zona.

El Fotorrejuvenecimiento IPL Facial tiene como ventajas frente a otros procedimientos como la microdermoabrasión, los peeling químicos o el resurfacing con láser que es el único método realmente efectivo para eliminar el eritema y el enrojecimiento facial, pero además es útil para solucionar otros problemas cutáneos derivados del fotoenvejecimiento, las marcas del acné o los poros muy dilatados.

A diferencia de las técnicas que emplean láser, IPL no implica riesgos de lesión ocular. La duración del tratamiento es de cinco o más sesiones en un intervalo de tres semanas. Cada sesión dura aproximadamente de 15 a 20 minutos.

Al ser una técnica no invasiva, el IPL no deja cicatrices ni implica riesgos de ningún tipo, y no tiene período de convalecencia y recuperación como el resurfacing con láser.

Fotodermoterapia

fotodermoterapia

Utiliza el láser Génesis que produce un calentamiento suave en la dermis media. Gracias a esto consigue tratar problemas como el enrojecimiento cutánneo, las líneas de expresión, pigmentación irregular, poros abiertos e incluso algunas cicatrices.

Esta tecnología ha sido especialmente diseñada para la piel de la cara y del cuello, aunque también puede usarse para disimular cicatrices en otras partes del cuerpo. Al ser no invasiva, no requiere de anestesia ni hospitalización.

Fotomodulación

Fotomodulación

Emite luz no térmica que no produce calor sino que utiliza una pantalla LED (Diodos Emisores de Luz), de 2000 laseres. Previene la pérdida de colágeno y la degradación de las estructuras faciales que con el paso del tiempo pierden en densidad.

Pero además de combatir la flacidez, la fotomodulación puede tratar las manchas faciales y aplicarse tanto sobre piel del rostro como del escote, tomando una apariencia muy suave y un tono uniforme. Son necesarias de cuatro a ocho sesiones y no requiere ingreso hospitalario ni anestesia.

Mesoterapia facial

mesoterapia facial

Con la edad las células encargadas de producir colágeno y elastina disminuyen su actividad. Como consecuencia la piel se reseca y pierde densidad, iniciándose los procesos de envejecimiento. La mesoterapia facial tiene como fin reinyectar las sustancias que estimulen la regeneración celular e incrementar la producción de colágeno para devolver al rostro su tersura y vitalidad originales.

En la técnica de la mesoterapia se utilizan agujas muy finas para depositar a nivel de la dermis sustancias que actúan sobre los procesos químico-metabólicos, nutrientes y precursores biológicos como aminoácidos, coenzimas, minerales, ácidos nucleicos, acido hialurónico no reticulado, vitaminas, etc. Los resultados son muy naturales: una piel revitalizada, brillante y suave. El tono se vuelve más uniforme y es posible atenuar los efectos del fotoenvejecimiento.

Una modalidad de la mesoterapia facial es la mesoterapia volumétrica facial que aumenta la síntesis de colágeno y frena el adelgazamiento de la piel, combate los radicales libres y tiene un efecto antioxidante. Está especialmente indicada para otorgar volumen a las zonas deprimidas del rostro y del escote: pliegues, arrugas, cicatrices, etc.

El número de sesiones necesarias dependerá del estado inicial de tu piel, pero se suelen realizar varias sesiones por mes de entre 15 y 30 minutos y mantenimientos esporádicos cada seis meses.

Bioestimulación

bioestimulación plasma rico en plaquetas

 Es una técnica basada en la administración intradérmica de plasma rico en plaquetas, también conocido con el nombre de factores de crecimiento y que se obtiene mediante la extracción de sangre del propio paciente.

Los factores de crecimiento son pequeños fragmentos proteicos biológicamente activos que pertenecen al grupo de las citoquinas. El primer factor de crecimiento fue descubierto en 1960 y fue denominado Epídermal Growth Factor (EGF) lo que indica su capacidad de proliferación de las células de la epidermis. La moderna bioingeniería genética ha logrado darle una aplicación en el campo de la estética a estos descubrimientos.

La bioestimulación produce así una reacción metabólica que propicia la regeneración natural de los tejidos dañados de la epidermis. Como resultado se aprecia una piel mucho más tersa y luminosa. También se usa habitualmente para mejorar los procesos de cicatrización y para disminuir las molestias que aparecen a veces cuando se realiza un peeling profundo.

Aunque no hay estudios que demuestren su eficacia para aumentar el volumen y la densidad, en algunos tratamientos se infiltra grasa junto a los factores de crecimiento. Dado que mejora la vascularización de la zona también atenúa las líneas de expresión y combate los radicales libres. En ocasiones también se combina la bioestimulación con otras técnicas de rejuvenecimiento facial o con la administración de algunos medicamentos que potencian sus efectos.

En definitiva, los factores de crecimiento mejoran la apariencia y la textura de la piel, restaurando la luminosidad y mejorando la elasticidad cutánea. Además, la intervención es muy sencilla y de tipo ambulatorio.

Rellenos faciales

rellenos faciales

Son sustancias inyectables que sirven para eliminar depresiones cutáneas, aumentar el volumen de algunas zonas específicas como los labios, los pómulos o el perfil nasal.

Según su duración pueden ser temporales (de 3 a 8 meses), generalmente formulados a base de ácido hialurónico que es reabsorbido por el propio organismo de forma gradual. Una vez que desaparece su efecto puede repetirse el tratamiento para restaurar el resultado. Los implantes también pueden ser semipermanentes, generalmente a base de hidroxiapatita calcica y en este caso la reabsorción es más lenta. Si queremos un resultado permanente, es necesario recurrir a rellenos de poliacrilamidas.

En cualquier caso, se trata de soluciones de uso tópico que no implican ningún tipo de complicaciones y que se realizan de forma ambulatoria y con anestesia local.

Titán

láser Titán

Es el primer sistema basado en luz infrarroja con una longitud de onda de 1100 a 1800nm. Permite tratar la flacidez y las arrugas de la zona del cuello sin cirugía. Los resultados tardan en apreciarse de tres a seis meses, el tiempo necesario para que el cuerpo produzca colágeno nuevo y se contraiga la piel.

Hilos aptos

hilos aptos rostro

Consiste en la implantación subcutánea de hilos de polipropileno o de polidioxanona (materiales usados en suturas quirúrgicas) para tensar zonas del rostro afectadas por la flacidez. Estos hilos se insertan a través de unas cánulas en las zonas previamente marcadas y se procede a la remodelación de las facciones, consiguiéndo así un efecto de lifting suave. Los hilos son introducidos bajo la piel sin dejar cicatrices y una vez colocados en la posición deseada se tensan y se cortan.

Este procedimiento permite corregir los descolgamientos de la cara y del cuello. Se realiza bajo anestesia local y la intervención lleva aproximadamente una hora. Los resultados son apreciables desde el primer momento y es una buena alternativa para las personas que busquen un lifting no quirúrgico ya que es menos invasivo y ofrece un resultado natural, un pequeño retoque que borra los signos de cansancio de tu cutis sin alterar sus facciones.

Radiofrecuencia

radiofrecuencia tratamiento rejuvenecedor

Mediante microimpulsos de calor actúa sobre el colágeno de las capas más profundas de la piel, estirando y tonificando los tejidos del área afectada.

Para tratamientos faciales, los tipos de radiofrecuencia empleados son Thermafine y ThermaCool. Actúan aumentando el nivel de actividad de los fibroplastos que generan nuevo colágeno y mejoran la densidad, borrando las líneas poco profundas de mejillas y cuello. La duración del tratamiento es de entre 40 minutos y una hora y debe realizarse con intervalos mínimos de 15 días.

Microdermoabrasión

Microdermoabrasión

Es un tipo de peeling mediante el cual se realiza una abrasión térmica de la epidermis y de la dermis superficial utilizando microcristales de óxido de aluminio. De esta forma se consigue suavizar la textura de la piel y las arrugas superficiales. Combinada con la acción del láser permite una exfoliación de las capas superficiales para que el láser actúe de manera más profunda y eficaz, favoreciendo la producción de colágeno y la regeneración celular,  logrando en definitiva un cutis más luminoso y con mayor firmeza.

En resumen, la microdermoabrasión está indicada para tratar los efectos del fotoenvejecimiento, las manchas y la pigmentación desigual, los poros demasiado abiertos, las arrugas finas, las estrías y las cicatrices quirúrgicas o del acné. También puede utilizarse como tratamiento previo a otras técnicas no invasivas.

Cada sesión dura aproximadamente 20 ó 30 minutos y son necesarias de 4 a 10 sesiones en un intervalo de una a tres semanas. Los resultados son visibles a partir de la tercera sesión. Se recomiendan sesiones de mantenimiento cada dos o tres meses.

Láser Yag

laser Yag

Está indicado para pieles con sesiones leves de envejecimiento y actúa produciendo un calentamiento sobre la micro-vasculatura de la dermis, estimulando así la producción de nuevas fibras de colágeno. La piel gana en densidad y firmeza, presentando una textura más suave y uniforme.

Tu cutis se verá mucho más luminoso, a la vez que se alisan los poros y las arrugas finas. Además de mejorar el estado de los tejidos, el láser Yag está especialmente indicado para borrar las arruguitas que aparecen alrededor de los labios y también para hacer desaparecer las marcas del acné.

El procedimiento dura aproximadamente una hora y debe realizarse bajo anestesia. Una sola sesión es suficiente para observar los resultados aunque puede repetirse pasado un año a modo de mantenimiento. No tiene efectos secundarios a no ser un leve enrojecimiento en la zona tratada que desaparece por sí solo, pero en los días siguientes a la intervención el paciente debe evitar las exposiciones solares.

Peeling

peeling médico

Es una terapia no invasiva de rejuvenecimiento facial que consiste en la aplicación de sustancias químicas para producir una descamación o exfoliación de las capas superficiales de la piel.

Mediante el peeling químico se pueden atenuar las arrugas, mejorar el aspecto de las cicatrices del acné o de la varicela y borrar las marcas del fotoenvejecimiento.

Dependiendo del nivel de penetración del producto distinguimos entre peelings superficiales, medios y profundos. Cada uno de ellos está indicado para diferentes problemas.

  • Los peeling superficiales tienen una composición menos agresiva, generalmente a base de ácido retinoico o alfahidroxiácidos. Mejoran el aspecto general de la piel consiguiendo un tono más uniforme y un cutis más luminoso. Pueden utilizarse cada 15 días.
  • Los peeling medios tienen un nivel de penetración más profundo. Generalmente están formulados a base de ácido tricloracetico y el ácido salicilico a diferentes concentraciones. Permiten tratar problemas como las marcas del acné, las manchas del sol y las arrugas finas. Pueden realizarse cada seis semanas.
  • Los peeling profundos en cambio se basan en la aplicación de Fenol y pueden penetrar en las capas profundas de la dermis para tratar las arrugas profundas. Se realizan en quirófano y requieren un día de ingreso hospitalario.

El peeling puede usarse como tratamiento complementario al láser o a la microdermoabrasión en casos de hiperpigmentación de la piel. Si quieres saber más sobre los distintos tipos de peeling, te recomendamos leer este artículo del mes de marzo.

Toxina botulínica

Botox

Está especialmente indicada para tratar las líneas de expresión en zonas como el entrecejo, las patas de gallo o el cuello. El botox es una proteína natural que bloquea los impulsos nerviosos del músculo facial. Al estar el músculo en reposo, la piel que lo cubre se relaja y las líneas de expresión se difuminan. No soluciona en cambio otros problemas relacionados con el proceso de envejecimiento como la flacidez, la pigmentación desigual, etc.

La incorporación del Botox a la medicina estética es relativamente reciente, pero desde hace años se ha usado en Oftanmología y Neurología para tratar patologías como el estrabismo o los espasmos musculares. En el año 2004 Sanidad autorizó su uso en España con fines estéticos.

La toxina botulínica se infiltra en pequeñas cantidades sobre el músculo del área a tratar. El tratamiento consta de una única sesión y una vez finalizado el paciente puede reincorporarse a sus actividades rutinarias sin mayores percances. El efecto dura aproximadamente entre 4 y 6 meses, período tras el cual el músculo recupera su movilidad y debe repetirse el tratamiento. Su aplicación es de tipo ambulatorio y sin anestesia pero debe realizarse siempre por un especialista ya que de administrarse mal, puede ocasionar graves lesiones. Está contraindicado para mujeres embarazadas y personas con enfermedades neuromusculares.