Los masajes como técnica de relajación, salud y bienestar están muy extendidos en Oriente donde se consideran una rama de la medicina natural e implican a su vez una filosofía y un estilo de vida. Desde las tradiciones chinas, hasta Camboya o Vietnam, sus virtudes han sido reconocidas, beneficiándose de ellas multitud de personas de todas las clases sociales.
Algunas de las modalidades de masaje más conocidas son el shiatsu, el reiki o la reflexología.
¿Qué es el shiatsu?
El shiatsu, que es la técnica de la que os hablaremos en nuestro artículo de hoy, es una terapia tradicional originaria de Japón y que se basa en la acupuntura o acupresión. «Shiatsu» es una palabra compuesta de los vocablos «shi» (dedo) y «atsu» (presión), pero el masajista no solamente utiliza los dedos para hacer presión sino que puede valerse de los codos, los antebrazos, las rodillas e incluso los pies. También se pueden utilizar otros instrumentos, pero por norma general, la presión se realiza principalmente con los pulgares.
El masaje shiatsu comenzó a usarse en Japón a comienzos del siglo XIX, aunque no obtuvo su reconocimiento hasta el año 1955, en que fue aprobado en Japón como terapia de curación y prevención.
El shiatsu tuvo sus orígenes en una antigua técnica china denominada «Anmo» y que fue utilizada del siglo III a.C. al siglo II d.C. La cultura nipona (con Tamai Tempaku como descubridor) tomó en parte este concepto y lo modificó teniendo en cuenta las investigaciones occidentales sobre anatomía y fisiología pero conserva su esencia original de «entender el cuerpo como un todo» y de la necesidad de un «diagnóstico y terapia combinados».
Beneficios del shiatsu como masaje terapéutico
El shiatsu beneficia al cuerpo y a la mente, restaurando el equilibrio físico y espiritual del hombre.
Esto se consigue actuando directamente sobre los músculos para producir un estado de relajación que permita abrir los canales energéticos que pueden obstruirse debido al estrés o a problemas emocionales.
Los canales de energía están repartidos por toda la superficie de nuestro cuerpo y se llaman «meridianos«. Estos puntos están conectados a su vez con los órganos, cuyo funcionamiento regula la actividad del sistema inmunitario y estimula la regeneración celular, haciendo que tu cutis luzca más brillante y retrasando el proceso de envejecimiento natural.
Cuando la energía del cuerpo fluye libremente no solo nos ayuda a evitar el cansancio y la fatiga emocional, sino que aumenta la capacidad de autocuración de nuestro organismo previniendo enfermedades.
Terapéuticamente, el shiatsu actúa directamente sobre el sistema óseo y muscular, tratando dolencias de tendones, contracturas y ligamentos o ayudando a corregir posturas.
Resumiendo, los beneficios del masaje shiatsu son:
- Regula la actividad del sistema nervioso, combatiendo el nerviosismo.
- Trata desórdenes emocionales que llevan a enfermedades físicas como el insomnio, el estrés, la migraña, los dolores de espalda, tensiones musculares, problemas en las articulaciones o trastornos gastrointestinales.
- Actúa sobre el sistema linfático y hormonal, ayudando a eliminar toxinas.
- Al estimular el flujo sanguíneo, combate también los radicales libres y preserva la belleza y juventud de la piel previniendo la formación de arrugas.
Si queréis ver de primera mano cómo se realiza el masaje shiatsu, os invitamos a ver el siguiente video:
Si os interesan este tipo de terapias tradicionales, os invitamos a leer también nuestro artículo «Los secretos del masaje ayurvedico».