radiofrecuencia tripolar


Ayer, escribíamos en este blog para hablaros de la cavitación, una novedosa técnica por ultrasonidos que permite eliminar los depósitos grasos de forma indolora y sin necesidad de pasar por el quirófano. Os contamos también que esta técnica es más efectiva cuando se aplica en combinación con otros tratamientos como la mesoterapia, la presoterapia, el drenaje linfático o las plataformas vibratorias. La grasa licuada debe drenarse y estos métodos facilitan su expulsión a través de las vías urinarias, pero igualmente importante es tensar la piel que, tras la pérdida de volumen graso, tiene que readaptarse.

La radiofrecuencia tripolar es una tecnología novedosa, indolora y no invasiva que se aplica tanto a tratamientos faciales como corporales y que puede utlizarse para reducir la celulitis o combatir la flacidez. Por este motivo, puede emplearse en combinación con las sesiones de ultracavitación para optimizar sus resultados. No obstante, por sí misma, también posee asombrosas propiedades que pueden ayudarte a rejuvenecer casi cualquier parte del cuerpo.

Si te interesa el tema o has escuchado algún comentario sobre este tratamiento estético y quieres ampliar tu información a respecto, te invitamos a que continues leyendo.

¿Qué es y cómo funciona la radiofrecuencia tripolar?

La radiofrecuencia tripolar es uno de los mayores avances en medicina estética del siglo XXI. Es capaz de actuar sobre el tejido adiposo y de regenerar las estructuras de colágeno, reafirmando la piel.

Combina los efectos de la radiofrecuencia bipolar, múltiple y modulada. Esto quiere decir que es capaz de producir un calentamiento profundo y superficial de manera simultánea. Gracias a ésto, conseguimos tres tipos de efectos:

  • Lipólisis: las ondas de radiofrecuencia irradian una alta energía de calor que penetra en las capas profundas de la piel destruyendo el tejido adiposo.
  • Drenaje: favorece la expulsión de la grasa disuelta a través del sistema linfático.
  • Colagénesis: el calentamiento de los tejidos conectivos actúa sobre las células de los fibroplastos, encargados de la producción de colágeno nuevo. La reestructuración de las fibras de colágeno crea un efecto tensor duradero con resultados apreciables desde la primera sesión.

En la medicina convencional se ha utilizado la radiofrecuencia durante muchos años, sobre todo en cirugías de hemostasias y extirpación de tejidos; pero su aplicación en el campo de la belleza y la estética tiene apenas una década.

El sistema de radiofrecuencia tripolar, ofrece las ventajas de la radiofrecuencia clásica en tratamientos no invasivos, llegando selectivamente a la dermis profunda y a las capas subdérmicas para reestructurar el colágeno dañado y conseguir el resultado cosmético esperado de una piel firme y tonificada. Además, es totalmente indoloro y puede aplicarse en cualquier época del año, incluso en pieles bronceadas.

Durante cada sesión se utilizarán 30 o más electrodos capaces de dispensar ondas de radiofrecuencia eléctrica que producen movimientos de vibración alternados. Este efecto calienta el colágeno de la dermis profunda entre 45ºC y 60ºC provocando su excreción y sustitución por otro nuevo. Como resultado, la piel recupera su firmeza, elasticidad y brillo. Mientras tanto, la capa superficial de la epidermis permanece protegida gracias a la tecnología de ondas selectivas, evitando así las quemaduras.

La radiofrecuencia monopolar no es tan efectiva ya que no es capaz de actuar sobre el tejido adiposo de forma tan localizada y, en cuanto a la radiofrecuencia bipolar tiene peores resultados a la hora de conseguir un efecto reafirmante. La radiofrecuencia tripolar, por el contrario, combina las ventajas de ambas sin necesidad de utilizar enfriamiento externo, ahorrando tiempo y consumibles y ofreciendo mejores resultados en el tratamiento de la celulitis y de la flacidez.

El procedimiento

El paciente debe despojarse de joyas, piercings o cualquier objeto metálico que pueda interferir con las ondas de radiofrecuencia. Posteriormente, el área a tratar se lava con agua y jabón y se seca. A continuación se aplica un aceite lubricante sobre la piel limpia y se comienza con el tratamiento.

Tal como vemos en el video, el aplicador debe ejercer una ligera presión sobre la piel, realizando suaves movimientos circulares.

El procedimiento es totalmente seguro e indoloro. Se realiza principalmente en centros de estética y en el caso de tratamientos faciales, bajo la supervisión de un médico dermatólogo.

El número de sesiones necesarias, variará en el caso particular de cada paciente pero, por lo general, los resultados son visibles desde la primera sesión.  Normalmente tienen una duración de aproximadamente 40 minutos y es necesario descansar una semana entre cada aplicación.

La radiofrecuencia tripolar no provoca inflamaciones ni enrojecimientos en la piel. Pueden beneficiarse de ella mujeres de todas las edades y tan sólo está desaconsejado en personas con problemas cardiovasculares, mujeres embarazadas o en patologías graves como el cáncer.

Radiofrecuencia tripolar y rejuvenecimiento facial

rejuvenecimiento facial con radiofrecuencia tripolar


La radiofrecuencia tripolar es muy utilizada para reducir la celulitis y los cúmulos grasos de nalgas, abdomen y piernas, pero también ofrece resultados satisfactorios a la hora de rejuvenecer y tonificar las áreas del rostro y del cuello, siendo especialmente útil para el cuidado de las primeras líneas de expresión, la flacidez facial o el surco nasogeniano.

El calentamiento simultáneo de las carpas profundas de la dermis y de la epidermis, estimula la producción de colágeno creando un efecto de «tensado» en la piel que alisa las arrugas. Después del tratamiento, la paciente puede rehacer su vida normal sin mayores inconvenientes e, incluso, maquillarse. Eso sí, hay que ser especialmente cuidadosas con la fotoprotección para evitar la aparición de manchas solares.

Cada dermatólogo utilizará un procedimiento y unas indicaciones cosméticas diferentes, pero normalmente la aplicación de la radiofrecuencia tripolar en el rostro consta de los siguientes pasos:

  1. Limpieza superficial con leche y tónico.
  2. Limpieza profunda (peeling químico con alfahidroxiácidos).
  3. Tonificación con una loción astringente.
  4. Aplicación de un gel nutritivo y rico en colágeno.
  5. Disolución de los parches con suero marino.
  6. Aplicación de la técnica conocida como «radiofrecuencia tripolar» mediante un suave masaje en movimientos ascendentes.
  7. Extender una crema hidratante con efecto reafirmante.
  8. Por último, se aplicará una mascarilla con efecto tensor que se retira tras unos minutos con agua tibia y se finaliza el tratamiento con la aplicación de una crema extra-nutritiva a base de colágeno marino.