Si te han invitado a una boda, un bautizo o una cena especial donde tengas que lucir bastante elegante pero tampoco quieres ir sobrecargada ni llamar la atención o ponerte algo que no vaya en absoluto con tu figura, en nuestro artículo de hoy te daremos algunos consejos para que la elección de tu vestido sea un éxito y te veas estupenda.


Diferentes ocasiones, diferentes elecciones

Aunque desees proyectar una imagen elegante independietemente del evento al que asistas, si quieres seguir un protocolo, no es lo mismo elegir atuendo para una boda que para una cena de gala o una noche de fin de año.

Si se trata de una boda, existe casi siempre la consigna generalizada de no opacar a la novia, que es en definitiva la protagonista del acontecimiento en ese gran día. Por este motivo se recomienda no usar vestidos en color blanco, crema claro o cualquier otro tono que tradicionalmente esté asociado a los vestidos de novia. Huiremos también del negro absoluto y elegiremos en su defecto colores más alegres que transmitan felicidad y un estado de ánimo positivo. En todo caso, si deseas vestir de negro porque estiliza tu figura o tienes alguna prenda que te encanta en este color, utiliza complementos (bisutería, bolso, chal…) en tonos llamativos.

En cuanto a si llevar un vestido corto o largo, depende bastante de las circunstancias. En primer lugar de tu edad, de la época del año y del tipo de prenda que a ti te siente bien y te haga sentir cómoda; y en segundo lugar si se trata de una boda civil o religiosa (en estas últimas, por lo general, el protocolo es vestir de largo aunque depende mucho de los novios y de la familia de ambos, no es algo estrictamente obligatorio).

Lo mismo podríamos decir acerca de una cena, bautizo, reunión con los amigos o fiesta de fin de año. Por lo general, nuestra intuición sobre lo más acertado,  no suele fallar. Teniendo ésto en cuenta, podemos elegir entre tres estilos diferentes de vestido:

Clásico

Predominan los tejidos como la seda, el crêpe o el tafetán. Las líneas del corte y del diseño son puras. No suelen llevar estampados sino que apuestan por colores lisos, llamativos y de moda. Por la misma razón, pese a que no siempre son rectos, tampoco tienen demasiado vuelo ya que se decantan por cortes sencillos que realzan la figura femenina haciéndola lo más esbelta posible. Los escotes predilectos son los de pico, los escotes en barco y el estilo griego que deja un hombro al descubierto mientras que en otro está cubierto por un sutil tirante.

Por ejemplo, una propuesta de Pronovias para este 2011

Un sensacional Versace

Más propuestas variadas:

 


Este tipo de diseño, por su sencillez, admite la incoporación de complementos más llamativos y de mayor tamaño como collares de perlas, bolsos con plumas o tocados con pamela.

De gala

Los cortes no son tan puros como en los diseños clásicos. Son en este sentido un poco más barrocos y juegan con diferentes volúmenes (por ejemplo, el corte sirena, es decir, ceñido en la parte superior y con cola). Pueden tener pliegues y estos formarse desde la parte baja del pecho, desde un costado, etc. Suelen ser en colores brillantes y satinados e incorporar detalles en pedrería, broches o adornos similares.

Nos fijamos, en especial en este bonito vestido de Pronovias de su colección de fiesta 2011:

Y en estos fascinantes diseños de Manu Álvarez:

Sexys

Vienen en diferentes tejidos como la gasa, el cachemir o el terciopelo. Suelen ser cortos por lo que favorecen especialmente a las mujeres que tienen unas piernas bonitas. También pueden incorporar estampados y trasparencias sin llegar a enseñar demasiado. Hace falta tener bastante estilo para lucirlos y a la vez ser atrevida. El escote por excelencia de este tipo de vestido es el palabra de honor, aunque también se llevan los escotes en forma de corazón y los escotes de espalda, muy elegantes y femeninos. Combínalos con sandalias de tacón fino o pep toes, bisutería fina y complementos a juego.

Los vestidos que más estilizan tu figura.

Porque nadie es perfecto y casi todas tenemos algún tipo de complejo en mayor o menor medida, elegir el vestido de fiesta más acorde a nuestra figura nos ayudará a sacar el mejor partido a nuestro físico y a ocultar los pequeños defectillos. Por ejemplo:

Kilos de más

Evita en la medida de lo posible los estampados grandes y los volantes. Si tienes algo de barriga, es mejor no llevar vestidos ajustados en esta zona, sino de corte alto, drapeados y con pliegues para que disimulen mejor el volumen de esta zona.

Brazos flácidos

Si puedes, evita los vestidos de tirante y palabra de honor. Elige aquellos que tengan manga de codo o en su defecto transparentes. Si la época del año no te lo permite por el calor, también puedes ponerte un chal.

Busto grande

Aunque la mayoría de las mujeres desearía realzarlo, si en tu caso sientes complejo por tener demasiado pecho, elige escotes en forma de «V» y conseguirás que ópticamente se vea más pequeño.

Piernas feas

Puedes ocultarlas bajo un vestido largo o bien llevando uno de cortes asimétricos.