sombreros

Una de las creencias más extendidas sobre los motivos que provocan la calvicie o pérdida parcial del cabello, es el uso de gorras y sombreros.


Si bien, cualquier material áspero puede suponer un traumatismo para tu pelo, al engancharse y producir tirones, no existe ninguna razón fundamentada para pensar que el uso de boinas, viseras o sombreros pueda ser más perjudicial que el de diademas, coleteros, horquillas y en definitiva, cualquier otro accesorio de moda para el cabello. Es más, en verano se recomienda utilizarlos como medida para prevenir los daños que los rayos ultravioleta pueden causar a tu melena: desde sequedad y puntas abiertas a cambios inesperados en la coloración si está teñida.

Tal vez, el origen de este mito esté en que antiguamente las personas que sufrían alopecia, recurrían al uso del sombrero para ocultar su calvicie.

El problema principal o, el único motivo por el que puedan resultar perjudiciales, es no seguir unas correctas normas de aseo tanto en lo que respecta a los sombreros (que deben limpiarse de vez en cuando) como al propio cabello. Cuando llevamos el pelo recogido dentro de un sombrero, este transpira más de lo habitual. El sudor, unido a la suciedad y los residuos contaminantes, polución, restos de productos cosméticos que se depositan en nuestra melena, pueden taponar los poros y los folículos, obstaculizando el crecimiento de cabello nuevo. Por este motivo, se recomienda no usar gorros durante todo el día y elegirlos de materiales suaves y traspirables. Lava tu cabello con un champú especial para cabello graso y de este modo retirarás todos los restos de sudor y de células muertas.

¡Presume y disfruta llevando tus gorras y sombreros favoritos!