acné corporal

Quieres ponerte ese vestido o ese bikini que tanto te gusta, pero tu espalda, tu pecho o tus hombros están llenos de granitos. La aparición de acné en el rostro, ya sea durante la pubertad o fuera de esta etapa, puede afectar a la autoestima y a la confianza de la persona. Pero poco o nada se dice sobre el acné corporal, cuya presencia se prolonga más allá de la adolescencia y se hace especialmente difícil de ocultar en los meses de verano, cuando las prendas son más ligeras y dejan la piel al descubierto.


El acné corporal puede presentarse en diferentes grados de intensidad y es importante tratarlo de forma adecuada para evitar que queden marcas. Pero en primer lugar, es necesario que conozcamos a fondo esta afección de la piel, qué la causa y qué agentes exógenos pueden agravarla para tratar en la medida de lo posible que los granitos se infecten y que su estado empeore.

Causas del acné corporal

Las causas de aparición del acné corporal suelen ser las mismas que las del acné facial. Sin embargo, al ser la piel del cuerpo más gruesa que la del cutis, las lesiones y cicatrices que puede dejar son también más graves.

El acné puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo menos en las palmas de las manos y de los pies porque son las dos únicas áreas que no tienen folículos sebáceos del vello (pequeños agujeritos que conocemos con el nombre de «poros»). Existe así una relación entre la piel grasa y el acné, aunque no es la única condición que lo provoca. Las glándulas sebáceas producen una especie de aceite que mantiene tu piel hidratada y flexible. Paralelamente, la piel tiene sus procesos de regeneración celular. A medida que la piel se renueva, las células muertas se desprenden y la nueva capa de tejido epidérmico se mantiene así oxigenada y suave. Sin embargo, esta exfoliación natural no se da igual en todos los casos. A veces las células muertas se desprenden de manera irregular, actuando como barrera o tapón de las glándulas sebáceas. Esto hace que el poro se tapone, atrapando consigo bacterias e impurezas que al cabo de un par de semanas, formarán el grano o espinilla.

No se da una condición única para que ésto suceda, pero los factores principales son:

  • Genéticas: si en tu familia hay casos del acné corporal, es posible que también tú lo padezcas.
  • Hormonales: durante la pubertad, el cuerpo comienza a producir unas hormonas llamadas andrógenos. Las glándulas sebáceas se sobre-estimulan por efecto de los andrógenos y este proceso puede continuar durante décadas, pudiendo aparecer brotes repentinos en etapas de cambios hormonales como el embarazo o la menstruación.
  • Piel grasa: al tener las glándulas sebéceas hiperactivas, las células muertas se desprenden más fácilmente pudiendo taponar el folículo. El sebo se mezcla con las bacterias comunes de la piel (como la bacteria  Propionibacterium, presente en todo tipo de pieles) y al obstruir el poro, se multiplican rápidamente en su interior, dando lugar a la inflamación del folículo y de la piel circundante (lo que se conoce como acné).

Cuando el poro se inflama, nuestro sistema inmunológico trata de destruir las bacterias que provocan la inflamación. Esto hace que el grano se ponga rojo y pique.

Sabemos detalladamente cómo es el proceso de formación de los granos, pero no podemos decirte la causa exacta de tu tipo de acné corporal ya que en cada persona su aparición está determinada por diferentes factores y es un dermatólogo quien debe evaluar tu caso en concreto. Lo que sí podemos garantizarte, es que comer pizzas o chocolote o cualquier tipo de alimento, no lo causa a menos, claro está, que sufras una reacción alérgica a alguno de sus ingredientes.

Cuidados de las pieles afectadas con acné corporal

Aunque no sepamos con certeza la causa exacta del acné, sí podemos decirte cómo tienes que cuidar tu piel para evitar irritaciones:

Combate el sudor

Si sufres acné corporal, debes extremar las medidas de higiene. Si sudas mucho después de practicar alguna actividad física, date una ducha lo antes posible ya que el sudor atrapa las bacterias y puede taponar el poro. Por el mismo motivo, usa ropa de algodón transpirable y cámbiatela después de sudar.

Exfoliación

En tu farmacia, herbolario o tienda de cosmética natural, encontrarás cremas exfoliantes corporales para usar después de la ducha y retirar las células muertas evitando así que los poros se obstruyan y se infecten. Sin embargo, debes tener en cuenta que la piel debe exfoliarse antes de que el proceso inflamatorio haya culminado, es decir, antes de que se produzca el grano. Si exfolías un área de la piel con acné, solamente conseguirás irritarla aun más. Utiliza la exfoliante sólo sobre aquellas zonas donde no tengas espinillas.

En este video os enseñamos cómo crear un jabón exfoliante natural, especial para las pieles grasas con tendencia al acné.

Evita los cosméticos con base oleosa

Observa detenidamente la composición de todos los productos cosméticos que utilices para el cuidado de tu piel. Estos deben ser de base no oleosa y no comedogénicos para evitar que se tapone el poro.

Tejidos transpirables

Evita el roce de las telas sintéticas que no dejan que tu piel se oxigene y elige, preferentemente, tejidos de algodón.

Sábanas y toallas limpias

Trata de que las sábanas y toallas que utilices estén siempre limpias. El contacto con las bacterias y la suciedad podría empeorar la infección.

Tratamientos para el acné corporal

Dependerán del grado de intensidad de tu acné.

Si se trata de un brote leve y transitorio, puedes recurrir a los remedios caseros, más económicos y totalmente naturales. Por ejemplo, el jugo del limón tiene propiedades astringentes que ayudan a secar los granitos, la avena es un maravilloso exfoliante natural y la sábila o aloe vera tiene propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y ayuda además a regenerar los tejidos dañados.

Ten en cuenta, sin embargo, que ninguno de estos ingredientes naturales es capaz de prevenir la aparición de nuevos brotes por lo que si tu acné corporal no es algo transitorio y leve, no te servirán de nada.

Por otra parte, las cremas y ayuda cosmética de uso tópico deben ser siempre indicadas por un dermatólogo. No confíes en las recomendaciones de amigos o familiares sobre el uso de tal o cual producto ya que no todas personas padecen el mismo tipo de acné.

Las lociones de venta en farmacia para el tratamiento del acné corporal suelen estar formuladas a base de ácido salicílico o ácido glicólico.

El ácido salicílico es un ácido hidroxi beta indicado en el tratamiento del acné, y del picor o la inflamación producidos por su causa. Es un componente común de muchas cremas, lociones, tónicos y productos utilizados para la limpieza y el cuidado facial. Tiene un efecto exfoliante, ayudando a corregir la descamación anormal que sufren las pieles propensas al acné. Al desprenderse las células muertas, los poros se mantienen limpios evitando así la infección e inflamación de los folículos.

Los productos cosméticos con ácido salicílico para uso doméstico, suelen tener una concentración del 0,5% al 2%. Deben usarse una vez al día, a menos que tu médico o dermatólogo te indique lo contrario. No conviene abusar en las aplicaciones porque, de lo contrario, la piel se resecará. También es importante tener una constancia en el tratamiento para mantener los resultados.

El ácido salicílico para tratar el acné corporal, no tiene efectos secundarios significativos. Pueden aparecer picazón y rojeces en sus primeras aplicaciones, pero se irán por sí solas en unas horas. Otra complicación que puede generar es la descamación y la sequedad en la piel, pero no será mayor problema si después de su uso nos extendemos una poca hidratante corporal de base no oleosa.

Otra sustancia con efecto exfoliante y frecuentemente utilizada en los casos de acné (tanto facial como corporal) es el ácido glicólico. A diferencia del ácido salicílico, el ácido glicólico pertenece a la familia de los alfa hidroxiácidos que se utilizan también con frecuencia en los tratamientos antiarrugas y antiedad. Deriva de la caña de azúcar, por lo cual es un producto totalmente natural.

Asociado a los tratamientos faciales, el ácido glicólico es capaz de aclarar la piel hiperpigmentada, volviéndola más uniforme, suave y lisa y aminorando las líneas de expresión. En lo relativo a los tratamientos para el acné, esta sustancia actúa ayudando a eliminar la capa superior de piel muerta, reduciendo el exceso de secrecciones sebáceas y evitando la proliferacción de bacterias.

Es un tratamiento relativamente seguro pero si tienes la piel sensible, es recomendable que lo consultes antes con un dermatólogo pues dependiendo de la concentración del producto puede ser demasiado abrasivo para tu epidermis. El ácido glicólico también aumenta la fotosensibilidad de tu piel, así que después de aplicártelo ni se te ocurra ir a tomar el sol a la playa, a la piscina o salir a caminar por la calle sin proteger debidamente la zona recientemente tratada.

Finalmente, los casos más severos de acné deben afrontarse con tratamientos estéticos de tipo ambulatorio. Los más aconsejables son el peeling químico y el láser.

Los peelings químicos se realizan en centros de estética o consultorios médicos. Su composición, básicamente, es la misma que la de los peelings caseros: ácido glicólico o salicílico pero en unas concentraciones mucho más elevadas. Actúa eliminando una pequeña capa de piel, arrastrando las impurezas que obstruyen el poro y facilitando así la regeneración de la epidermis. Además de su eficacia en los tratamientos anti-acné, ha demostrado ser útil a la hora de borrar pequeñas imperfecciones, manchas en la piel y cicatrices leves. La zona tratada adquiere de inmediato una textura más uniforme y suave, aunque también se vuelve más vulnerable a los daños solares por lo cual se recomienda el uso de fotoprotectores con pantalla total después de someterse a un peeling químico.

Este tipo de tratamientos deben ser guiados siempre por un dermatólogo ya que, dependiendo del tipo de acné corporal que sufras, no siempre son efectivos.

Algo similar sucede con el láser o terapia de luz azul para curar el acné. Este método consiste en destruir las glándulas sebáceas que producen aceite en exceso haciendo que los poros se taponen. Por ello, solamente es eficaz si tu tipo de acné es causa de una producción excesiva de sebo.

El láser también puede mejorar la apariencia de las cicatrices del acné porque va eliminando capas delgadas de piel. Son necesarias varias sesiones antes de valorar resultados definitivos. Las sesiones duran tan sólo unos minutos, pero es necesario esperar al menos una semana entre cada una de ellas para dar tiempo a tu piel de regenerarse.

Existen diferentes tipos de láser que varían según la longitud de onda de luz. La elección de uno u otro varía en función del tipo de acné y del grado en que se padezca. El láser se aplica directamente sobre la zona a tratar mediante un pequeño dispositivo. Puede ser utilizado en cualquier parte del cuerpo, desde la cara hasta el pecho o la espalda.

Después del procedimiento, es posible sentir una inflamación y enrojecimiento leves que desaparecen al cabo de unos días.

Los tratamientos estéticos con láser son una de las fórmulas más eficaces para deshacerse del acné corporal, siempre que éste sea causa de la hiperactividad de las glándulas sebáceas. Sus efectos son permantes, no obstante, solamente se recomienda en los casos severos de acné y cuando no funcionan las cremas u otros remedios.