rímmel

Si quieres conseguir una mirada más expresiva, las pestañas son tu mejor baza para intensificar la belleza de tus ojos.


Casi todas las chicas deseamos tener unas pestañas largas, espesas y definidas. Antiguamente, las mujeres tenían que conformarse con lo que la Naturaleza les había dado, pero a día de hoy contamos con la ayuda de una amplia gama de cosméticos que pueden ayudarnos  a conseguir unos rasgos más bonitos.

Si deseas unas pestañas extremadamente largas y pobladas, deberás usar extensiones de pestañas o pestañas postizas. Pero si quieres un resultado impactante y a la vez natural, el rímmel será tu mejor aliado.

El rímmel: un cosmético con Historia.

La máscara de pestañas o rímmel, es un ivento del francés Eugene Rimmel (de ahí viene su nombre). La idea sería desarrollada por los laboratorios de T. L. Williams y popularizada en 1913 a través de la hermana del químico, Mabel, quien fue la primera en utilizarla y distribuirla al gran público. Así Maybelline se convirtió en una de las principales casas de cosméticos a nivel mundial.

En un comienzo, el rímmel venía en formato de pastilla lo cual hacía necesario usar un cepillo o pincel para untar el producto y aplicarlo sobre las pestañas. Sus componentes eran básicamente agua, cera y algunos aceites y pigmentos que daban color y espesor, pero duraban muy poco tiempo y además no eran capaces de redondearlas o alargarlas. Este problema se terminó cuando en 1957 Helena Rubinstein lanzó al mercado el primer rímmel de uso cosmético en formato líquido. Venía en un pequeño tubo con un cepillo aplicador que permitía dispersar mejor el producto a la vez que se «peinaban» las pestañas, haciéndolas más largas y voluminosas.

En la actualidad, la máscara de pestañas ha evolucionado mucho, tanto en su formato como en sus componentes que incorporan sustancias humectantes para que tus pestañas no se resequen e incluso algunos (los llamados waterproof) son resistentes al calor, al agua y al sudor. Crear una máscara de pestañas que reúna todas estas condiciones y que a la vez no dañe las raíces porque los químicos que incluye en su fórmula sean demasiado agresivos, requiere de años de experimentación. Algunas marcas testean sus productos con animales en laboratorios, lo que ha dado lugar a un rechazo social bastante justificado hacia la industria cosmética.

Si este hecho te preocupa, asegúrate de que los cosméticos que compres no recurran a la experimentación animal. Otro aspecto en el que debes fijarte, es en que tu rímmel sea hipoalergénico para que tus ojos no se irriten.

Una vez que hayas terminado, debes desmaquillar tus ojos con cuidado ya que la piel del contorno de ojos es muy delicada.

Para más información sobre este tema, te recomendamos leer nuestro artículo «Los secretos de la máscara de pestañas».