cuidar escote


El tamaño, forma y turgencia de los senos femeninos está determinado por muchos factores. La genética es fundamental, pero también lo es, sin lugar, a dudas la edad. El pecho es la zona de la anatomía de la mujer que más resiente el paso del tiempo. La lactancia, los cambios hormonales y las subidas y bajadas bruscas de peso, afectan a los delicados tejidos que sirven de sostén a la glándula mamaria y que tienen que soportar contínuamente el peso de esta. Como consecuencia, los senos pueden volverse flácidos y descolgarse (ptosis mamaria). Este proceso se acentúa cada vez más a partir de los 30 años,  debido a que con la edad la piel va perdiendo colágeno y elastina, dos sustancias que interfieren de forma directa en la firmeza, suavidad y elasticidad de la dermis y de la epidermis. Esta se va resecando y, si no lo remediamos aplicándonos cremas e hidratando la zona diariamente, pueden aparecer estrías. También es vital en este caso, evitar en la medida posible el sobrepeso que hace que la piel se estire más allá de su capacidad natural, y usar buenos sujetadores para que el peso de los senos se distribuya sobre nuestros hombros y espalda y no totalmente sobre los tejidos que los recubren.

A partir de los 40 años, muy pocas mujeres consiguen mantener un pecho firme y bonito. Si has llevado una alimentación sana, no eres fumadora y le has dispensado a tus senos unos cuidados básicos, siempre se verán mucho menos afectados por los cambios de la edad. En especial, debes ser cuidadosa con estos cinco aspectos:

Cuida tu postura

si nos inclinamos continuamente hacia abajo nuestros pechos sufren constantemente la gravedad y terminan por descolgarse. Algo tan sencillo como mantener la espalda recta, con los hombros ligeramente inclinados hacia atrás, puede ayudarte a mantener los senos en su sitio.

Por descontado (como os comentamos antes) con esto sólo no es suficiente y se hace necesario también controlar los cambios bruscos de volumen y elegir un buen sujetador, pero en principio, es un hábito muy recomendable a tener en cuenta para conservar la belleza natural de los senos.

Hidratación

Es indispensable para evitar que la fina piel que recubre los pechos se reseque y se estríe. Aplícate una loción humectante corporal todos los días después de la ducha. Si tienes más de 35 años o has dado el pecho, te recomendamos además, utilizar una crema reafirmarte para combatir la flacidez. La forma ideal de usar este producto es realizando un automasaje con movimientos circulares y ascendentes. De este modo, se reactiva la circulación sanguínea facilitando la absorción de los principios activos de los cosméticos utilizados.

Si eres una enamorada de la cosmética natural, también puedes recurrir a los aceites vegetales no infusos como el aceite de Nerolí o el aceite de girasol y el fucus. Una vez a la semana, puedes aplicarte una mascarilla a base de ingredientes naturales como la avena y la almendra o la clara de huevo. Deja que actúe de 20 a 30 min. y aclárala con abundante agua fresca.

Duchas frías

Un pequeño chorro de agua fría sobre tus senos durante el último aclarado, te ayudará a tonificar la piel y a mantenerla tersa y suave.

Protección solar

Según informa la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), ocho de cada diez pacientes que acuden a las clínicas de medicina estética en busca de tratamientos despigmentantes y rejuvenecedores, tienen la piel de su cuello y escote gravemente dañadas por las exposiciones solares continuadas sin protección. Sin mencionar ya lo peligrosa que es esta práctica (que puede derivar en un cáncer de piel o en el envejecimiento prematuro de la epidermis), para los senos es especialmente nociva ya que, como dijimos, los tejidos en esta zona son más sensibles y propensos a la flacidez.

Si haces topless, debes ser muy precavida y moderada con las exposiciones solares y, por descontado, aplicarte una crema con un filtro solar especial para esta parte del cuerpo de por lo menos un FPS 50. Renuévala después de cada baño en el mar y, al llegar a casa, extiende sobre tus senos un poquito de aloe vera para calmar la piel inflamada por las irradiaciones directas.

Buenas costumbres al acostarse

A pesar de que la mayoría de las chicas duermen sin sujetador, si tu pecho es abundante te conviene ponerte aunque sea uno deportivo para dormir. Al dormir de lado o incluso boca arriba, los senos de tamaño grande se extienden hacia los costados. La piel puede distenderse a lo largo de los años, sobre todo si tomamos por costumbre dormir hacia abajo aplastando el pecho.

Esperamos que te hayan gustado estos consejos y, sobre todo, que te sirvan de ayuda. Recuerda que son simplemente algo orientativo a modo de recomendación. Navegando un poco por nuestra web y usando el buscador, encontrarás más artículos sobre cuidados de belleza para los senos. Te animamos a que te informes un poco acerca del tema pues si les prestas un poco de atención y sigues unos hábitos saludables, podrás mantener unos senos bonitos a pesar del paso del tiempo sin necesidad de recurrir de forma temprana a ningún tratamiento médico-estético.