Pese a que las mejillas prominentes son muy tiernas y algunas actrices como Drew Barrymore han conseguido hacer de este tipo de facciones una marca de encanto y simpatía, puede que a ti te causen un complejo o las sientas desproporcionadas con respecto a tu rostro.



Existen pequeños trucos de maquillaje para disimularlas. El más eficaz consiste en colocar una gotita de corrector oscuro en la parte más elevada del cachete y difuminarlo bien con la yema de los dedos hasta que se funda completamente con la base. Un flequillo desfilado y ladeado también puede ayudarte a equilibrar volúmenes.

Sin embargo, si quieres olvidarte de camuflarlas y quieres una solución definitiva a tu problema, la cirugía estética te ofrece resultados permanentes practicando una sencilla y segura intervención. La bichectomía o cirugía de las mejillas sirve para reducir el volumen de tus cachetes, extirpando las almohadillas de grasa que hay bajo los pómulos.

El procedimiento se realiza a través de una pequeña incisión en el interior de la boca (no deja cicatrices visibles) por la cual se retiran parte de los depósitos grasos desde los pómulos hasta la parte baja de la mandíbula. No es aconsejable adelgazar demasiado la zona para que no exista flacidez. También es necesario tener en cuenta que con la edad las mejillas tienden a reducirse. Por ello, no se elimina la totalidad del tejido graso.

Es normal que exista inflamación local los días posteriores a la intervención (que puede aliviarse mediante la toma de antiinflamatorios orales y colocando compresas frías).

Por lo demás, la bichectomía no implica mayores riesgos en pacientes con buena salud. Dado que las suturas en el interior de la boca deben permanecer al menos tres semanas, hay que cuidar al máximo la higiene bucal y seguir al pie de la letra las indicaciones de nuestro cirujano. Para dormir, es aconsejable colocar una almohada alta durante los primeros días en los que existe más inflamación y así favorecer el drenaje de los líquidos resultantes de la intervención.