La manzana es uno de los alimentos más saludables que existen para incorporar en nuestros planes alimenticios: es muy digestiva, rica en vitaminas y antioxidantes, dulce y sabrosa. Además no son excesivamente caras con respecto a otros postres y tentempiés de fabricación industrial y con demasiadas calorías.


Un bocadillo mediano de lomo y queso tiene aproximadamente 350 kcal., una hamburguesa doble tipo Big Mac, 550 kcal. En comparación con estas meriendas hiper-calóricas, una manzana tiene apenas 80 kcal. y aunque parezca mentira es mucho más saciante que los bocados anteriores.

Cada manzana contiene un alto porcentaje en agua, fibra y fructosa (que los médicos y atletas consideran más saludable que otros carbohidratos complejos que contienen dulces como el chocolate o los caramelos).

Evidentemente, no podemos vivir solamente a base de manzanas; nuestro cuerpo necesita otros nutrientes: proteínas, minerales como el hierro e incluso grasas buenas que no poseen la mayoría de las frutas. Sin embargo, sí es posible servirnos de este maravilloso alimento incorporándolo a nuestros desayunos, meriendas y cenas para «engañar» al estómago cuando nos entra la tentación de picoteo o la ansiedad de consumir comida basura entre horas. A casi todo el mundo le gustan las manzanas, por lo cual esta dieta es muy fácil de seguir y no resulta perjudicial para tu salud.

Este régimen se diferencia de los demás en que debes concienciarte de que empezarás con él desde el momento en que entres con el carrito a tu supermercado habitual. Pasa de comprar bizcochos, bollería industrial, bolsas de aperitivos salados o helados y llena en su lugar la cesta de la compra de tus manzanas favoritas. En el resto de los platos comeremos normalmente, sobre todo en el almuerzo y la cena.

Un ejemplo de dieta de la manzana sería:

  • Desayuno: dos manzanas
  • Almuerzo: ensalada de pasta y una manzana de postre
  • Merienda: una manzana
  • Cena: pollo con arroz

Como véis el secreto de este régimen consiste en comer de todo (sin excesos) y tratar de reemplazar los alimentos procesados y los más calóricos por manzanas. Se calcula que con la dieta de la manzana podemos perder unos 2 kg. al mes, por lo cual si te sobran unos 10 kg. en cinco meses conseguirás ponerte en tu peso ideal sin hacer dietas relámpago que causan efectos «rebote» y son perjudiciales para la salud.

Eso sí, mientras sigas este plan, trata de moderar el consumo de alimentos fritos, rebozados, harinas refinadas, etc. Bebe al menos dos litros de agua diariamente y verás cómo tu metabolismo comienza a funcionar como un reloj ya que, a parte de las virtudes que comentamos antes, la fibra de la manzana tiene propiedades laxantes que nos ayudan a ir al baño con regularidad.