Dentro de lo que podríamos catalogar como cuidados antiedad o antiaging para nuestra piel, están los que se basan en las virtudes y usos de la cosmética tradicional, y también los tratamientos de belleza basados en técnicas no invasivas de rejuvenecimiento facial: radiofrecuencias, bótox, mesoterapia, etc.


Hoy te hablaremos de una técnica que a pesar de contar con una larga tradición, tiene una incorporación relativamente reciente en el campo de la medicina estética: nos referimos al yoga facial.

Se trata de una disciplina milenaria que tiene sus orígenes en los antiguos tratados de medicina oriental. El yoga facial es considerado como un plan de belleza integral: concentración, meditación, aprendizaje de la respiración y estiramiento de los músculos faciales son algunos de sus puntos clave.

Gracias al yoga facial es posible combatir la flacidez y recuperar la firmeza perdida. Los músculos de la cara pueden llegar a atrofiarse igual que cualquier otro músculo del cuerpo cuando no se ejercitan.

Con esta terapia aprenderemos una serie de ejercicios consistentes en realizar ciertos gestos y muecas que fortalecen los músculos que sirven de soporte a nuestra piel, haciendo que ésta parezca más firme y tersa y atenuando las arrugas y las líneas de expresión. Por otra parte, el conocimiento de las técnicas de respiración es fundamental para relajarnos y favorecer la oxigenación celular.

A continuación os dejamos con algunos sencillos videotutoriales donde nos enseñan a dominar la técnica.