La piel masculina y la femenina se diferencian principalmente por cuatro factores fisiológicos: grosor, firmeza, secrección sebácea y cantidad de folículos pilosos que posee.


La piel del hombre produce mayor secrección sebácea debido a la gran cantidad de andrógenos, hormona sexual que produce el varón. Como consecuencia, la piel es más gruesa, seborreica, el tejido celular subcutáneo es menor, tiene más folículos pilosos y es más resistente que la piel de la mujer. Asimismo, el hombre tiene una piel más tersa y elástica, pero envejece de forma drástica e irregular.

Entre los factores que afectan de manera negativa tanto a la piel masculina como a la femenina se hace referencia a la edad, cansancio, estrés, contaminación, dieta desequilibrada, problemas de salud, sedentarismo, fumar y consumir alcohol.

Las mejillas y el cuello del hombre, al estar sometidos al afeitado, tienen una mayor tendencia a la deshidratación, irritación y sequedad. Por esta razón es muy importante emplear productos cosméticos adecuados para proteger la piel.

El mejor momento del día para afeitarse es por la mañana al levantarse, cuando los músculos de la cara están más relajados. Es aún mejor después de la ducha matinal, de esta manera, el pelo ofrecerá menor resistencia y se manejará con mayor facilidad. Para afeitarse adecuadamente hay que emplear las dos manos.

Mientras con una de ellas se tira de la piel hacia arriba, con la otra se desliza la cuchilla.

Cuidados específicos para la piel masculina

La piel del hombre presenta características propias, razón por la cual los hábitos de higiene son distintos:

  • El afeitado de la barba es una agresión diaria a la piel, por este motivo, es necesario utilizar un gel, emulsión, bálsamo o crema que contenga propiedades humectantes, antisépticas y calmantes que ayuden a cerrar los poros, actúen sobre las microlesiones, evitando la irritación y el enrojecimiento de la piel.
  • Las lociones para después del rasurado, procuran una inmediata sensación de frescor y tonifican la piel. Gracias a su contenido alcohólico, desinfectan las posibles heridas, cierran los poros dilatados, tienen un efecto bactericida y astringente.
  • Los bálsamos son emulsiones que calman, protegen, hidratan y suavizan la piel. Mientras que los geles protegen la piel creando una película lubricante.
  • Los agresores ambientales también afectan la piel del hombre, razón por la cual hay que protegerla con cremas nutritivas e hidratantes.
  • Los geles exfoliantes ayudan a controlar el exceso de grasa, eliminar células muertas y prevenir la aparición de vellos encarnados.
  • Las mascarillas faciales protegen y ayudan a mantener hidratada la piel.
  • Para el cuidado del contorno de ojos se utilizan cremas o geles que evitan la resequedad y previenen el envejecimiento prematuro de esa zona tan sensible.