Es una etapa de nuestras vidas en la que debemos vigilar de cerca nuestra salud ya que se producen muchos cambios en nuestro cuerpo y en el funcionamiento del metabolismo para engendrar una nueva vida.


Tradicionalmente se asoció el embarazo a la condición de reposo y anulación de cualquier actividad física. Si bien es cierto que no estamos para correr una maratón y que debemos ajustar nuestras rutinas normales a nuestro estado físico, el ejercicio durante la gestación puede ser muy beneficioso (siempre que no se trate de embarazos de alto riesgo) tanto para la salud del feto como de la futura mamá. ¿Quieres conocer todas sus ventajas?

Beneficios de la actividad física durante el embarazo

  • Te sentirás mejor: el ejercicio físico libera endorfinas, una sustancia química que actúa sobre el cerebro produciendo sensación de bienestar.
  • Prepara el cuerpo para la llegada del bebé: fortaleciendo los músculos y asegurando el buen funcionamiento del sistema cardiovascular. El control de la respiración puede ser muy útil también para aliviar los dolores en el momento del parto.
  • Ayuda a dormir: reduciendo la sensación de estrés y ansiedad que nos impiden descansar por la noche.
  • Previene el deterioro de las articulaciones que tienden a aflojarse en el embarazo como consecuencia de los cambios hormonales. El ejercicio favorece la producción de líquido senovial que actúa como lubricante.
  • Controlar el peso: las actividades físicas, aunque sean suaves y de bajo impacto, nos sirven para quemar calorías y evitar el sobrepeso durante el embarazo.
  • Estarás más guapa: al movernos, activamos la circulación sanguínea, oxigenando nuestra piel y haciendo que esta recobre su brillo y suavidad.

Y ¿qué precauciones debemos de tomar al practicar deporte si estamos embarazadas? En primer lugar, no deberíamos ponernos a ello por nuestra cuenta sino contar con la ayuda de un monitor de fitness y seguir un control médico que estime la conveniencia o no de realizar ejercicio.

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Otras consideraciones a tener en cuenta:

  • No practiques ejercicio con el objetivo de adelgazar sino de estar sana.
  • El tipo de ejercicios recomendados durante el embarazo son los llamados «aeróbicos» o de bajo impacto (caminar, nadar, yoga, pilates). Quedan prohibidos los deportes de alto riesgo como la equitación o el esquí. También están desaconsejados los ejercicios con pesas o aquellos que requieran hacer fuerza abdominal.
  • Asegúrate de ingerir las calorías suficientes (una mujer embarazada necesita 300 kcal adicionales en su dieta) y de hidratarte bien mientras te ejercitas.
  • El nivel de actividad física que puedes realizar dependerá de si antes de quedarte tenías una vida sedentaria o ya practicabas algún deporte.
  • Mujeres hipertensas deben ser especialmente precavidas y moderar el ritmo de su actividad física.
  • Si hace calor no practiques ejercicio al aire libre.
  • Si te sientes agotada, exhausta o tienes cualquier tipo de molestia, debes interrumpir inmediatamente el ejercicio.

Los deportes más seguros en el embarazo son:

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  • Natación: es una actividad excelente en esta etapa ya que no ejerce presión sobre las articulaciones y los riesgos de lesionarse son mínimos.
  • Caminar: es una actividad sencilla y práctica que favorece el buen funcionamiento del sistema cardiovascular. Dedícale al menos 20 minutos diarios.
  • Yoga: ayuda a controlar la respiración, lo cual es una gran ventaja en el parto. Puede practicarse a partir del segundo trimestre.
  • Pilates: es un ejercicio controlado que nos permite trabajar cuerpo y mente. Algunos ginecólogos aseguran que las mamás que siguen el método Pilates tienen mejores partos ya que mejora la fuerza y flexibilidad del núcleo del cuerpo.
  • Pelota suiza: es buena para el dolor de espalda y mejora la postura.

Algunos entrenadores recomiendan hacer ejercicios con el propio peso corporal durante el embarazo, aunque esto ya depende de la opinión de tu médico y de si seguías alguna rutina de fitness con anterioridad.