Las vacaciones son una oportunidad maravillosa para relajarnos y desconectar del trabajo y de la rutina. Es por ello que nuestro nivel de actividad física desciende y solemos consumir más calorías de las que quemamos. Si además antes de salir de vacaciones seguías una rutina en el gimnasio y temes que la vuelta sea difícil tras el parón, siempre puedes mantener tu cuerpo activo sin necesidad de una sala de máquinas ¡todo está en proponérselo!


Ejercicio cardiovascular

Basta con correr 30 minutos al día. Si te animas también puedes practicar algún deporte playero como el buceo o el waterpolo.

Material fácil de transportar

Una cuerda para saltar, una banda elástica o una colchoneta no ocupan demasiado espacio en tu maleta y pueden ayudarte a entrenar en tus ratos libres.

Ejercicios con el propio peso corporal

Si como es lógico no puedes llevar pesas y mancuernas en tu viaje, una buena alternativa es realizar ejercicios de resistencia con el propio peso de tu cuerpo: abdominales, flexiones, sentadillas, push-ups o elevaciones de cadera hacia el techo. De esta forma tus músculos continuarán trabajando y no se resentirán tanto al volver al gimnasio.

Ten en cuenta, con todo, que las vacaciones están hechas para disfrutar y que un poco de descanso también es beneficioso si llevamos meses entrenando. Tan sólo procura que los períodos de inactividad total no sobrepasen los 15 días y, siempre que sea posible, practica algún deporte que te divierta y te haga sentir mejor.