¿Estás embarazada y temes que tomar el sol sea perjudicial para ti y para tu bebé? Lo cierto es que el sistema cardiovascular de una mujer embarazada sufre cambios drásticos: el corazón bombea más sangre por minuto, los vasos sanguíneos se dilatan y la presión arterial disminuye hasta la etapa final de la gestación, haciendo que los mareos sean algo habitual.


El calor agudiza todos estos síntomas y por este motivo es conveniente ser precavidas con las exposiciones solares durante el embarazo. ¿Pero significa esto que el sol sea malo para las futuras mamás?

Una investigación llevada a cabo por la Universidad de Bristol demuestra que tomar el sol con moderación influye en el mejor desarrollo de los huesos del recién nacido. Se estudiaron los casos de 7.000 niños nacidos entre 1991 y 1992 y a los diez años de edad se les realizaron exámenes, entre otras cosas, para comprobar la densidad de sus huesos. Se observó entonces que los niños nacidos al finalizar el verano o al comenzar el otoño eran medio centímetro más alto que los nacidos en meses menos soleados. Esto se debe según los investigadores a que la luz del sol estimula la producción de vitamina D que interviene junto al calcio en la formación de los huesos.

¿Cómo podemos hacer entonces para disfrutar del sol de forma saludable?

  • Evita las exposiciones entre las 12 del mediodía y las 4 de la tarde ya que a estas horas la incidencia de los rayos ultravioleta es mayor.
  • Las temperaturas superiores a los 30º suelen ser insoportables para una embarazada por las dificultades para oxigenar nuestro cuerpo, el peso del bebé y la fatiga que produce la subida de la hormona del embarazo, la progesterona. Evita los calores más sofocantes y concédele a tu cuerpo el descanso que necesita con una pequeña siesta a media tarde.
  • La zona alta de la cabeza recibe una exposición más directa. Es conveniente cubrirla con un sombrero o visera.
  • Utiliza un factor de protección solar alto. En el rostro es mejor usar pantalla total para evitar las manchas (cloasma) un problema frecuente en el embarazo.
  • Extiende la crema solar 20 minutos antes de comenzar a broncearte para que cuando lo hagas ya haya empezado a actuar.
  • Bebe mucha agua para evitar los mareos debidos a la presión arterial y para mantenerte hidratada.
  • Después de tomar el sol se recomienda aplicar una crema hidratante o un aftersun para evitar la sequedad.

Recuerda que, si pese a los consejos anteriores han aparecido manchas en tu rostro, no es aconsejable realizar peelings químicos mientras estás embarazada y continúa la lactancia. Debes informar a tu dermatólogo de tu embarazo aunque se trate de tratamientos estéticos.