A veces planeamos ir a la playa en el último minuto y nos acordamos de que debemos depilarnos. ¡Mala idea! Según la opinión de los dermatólogos, después de la depilación la piel es más vulnerable a la aparición de manchas y quemaduras solares. Al depilarnos la epidermis queda más desprotegida ante la acción de los rayos ultravioleta. El calor de la cera estimula también la actividad de los melanocitos y corremos el riesgo de que se produzca pigmentación irregular.


Para evitarlo, lo mejor es evitar las exposiciones prolongadas durante la primera semana después de depilarnos y usar una crema solar de protección alta. Otra opción durante el verano es usar cera fría, menos agresiva con la piel.